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La iglesia de la Sagrada Familia de Castelló se pone guapa. El templo, uno de los edificios religiosos más representativos de la capital de la Plana, que junto con la Santísima Trinidad y Escuelas Pías son fruto del mecenazgo del arcipreste Cardona Vives de finales del siglo XIX, está en pleno proceso de restauración.

Con la colaboración de los fieles de la parroquia, y las subvenciones del Ayuntamiento y la Diputación, la Diócesis de Segorbe-Castellón trabaja en la limpieza y consolidación de la pintura originaria, pero la intervención también prevé la conservación de elementos artísticos, como retablos e imágenes. Las pinturas murales del interior de la parroquia, en el corazón de la ronda Magdalena de la capital, están en proceso de restauración, una tarea que correrá a cargo de la empresa de l’Alcora de Francesc Chiva. Para el encargo, la diócesis decidió aprovechar los meses de verano, con la previsión de que la obra esté lista para finales de año.

Comienzos del proyecto

El pasado mes de febrero la Sagrada Familia vivió una misión popular, la primera desde hacía muchas décadas. Tal como relata el párroco, Miguel Abril, en la web de la diócesis, comenzaron por restaurar la comunidad personal de creyentes antes de ponerse con el edificio. «Con ello, ha sido más fácil implicar a los fieles en el proyecto». «La nuestra es una parroquia en la que los fieles siempre colaboran, pero la misión ha ayudado a hacer comunidad». «Por ejemplo -dice- queremos que los diversos grupos se comprometan en la restauración de las 10 capillas laterales, y ya se han asignado tres».

El párroco está «convencido» de que «quedará una iglesia muy bonita al recuperar todo el colorido original que se había estropeado por humedades y el humo de los cirios». Además, para resaltar el trabajo se utilizará una iluminación que reforzará los colores.