El boli vuelve a convertirse en el deporte protagonista del último día de Magdalena. Y es que, el Parque de los Juegos Tradicionales, situado en el Segon Molí, acogió ayer el Campeonato Mundial de Boli, que este año celebra su vigesimocuarta edición.

A las 11.00 horas dio comienzo la partida final en la que la colla Sargantana volvió a proclamarse vencedora por cuarta vez consecutiva y seis veces desde que comenzó el torneo. Los campeones de esta ya consagrada competición deportiva se impusieron en la final a Somos los que somos y punto, que tuvo que conformarse con la segunda posición en la clasificación, mientras que el tercer cajón del podio lo ocupó Bequelarre, equipo contra el que venció el grupo Tossal boli en la semifinal del sábado.

Alejandro Rodrigo, portavoz de la colla Sargantana, asegura que esta final “no ha sido muy complicada; ha habido años más difíciles en los que el nivel de rivalidad era mucho mayor que en esta ocasión”.

El boli es una clásica modalidad deportiva castellonense, a la que jugaban nuestros abuelos en su infancia y que la Federació de Colles de Castelló y la colla Xupla xarcos, organizadora del evento, han querido recuperar durante la semana más importante de nuestra ciudad.

Este deporte tradicional debe su nombre al boli, un trozo de bastón redondo de unos 5 centímetros de largo y 3 de diámetro afilado como un lápiz en sus dos extremos. El juego consiste en lanzar el boli con una paleta de madera, similar a la de la pilota valenciana, pero más cuadrada. Gana quien más lejos lanza el leño sin que ningún miembro del grupo rival consiga interceptarlo. Los equipos están formados por cuatro jugadores, dos de ellos para bloquear el tiro del contrincante y otros dos a la retaguardia para empomarlo.

Abuela, Boli y Dali fueron los tres gritos más repetidos durante toda la jornada. Tres términos propios de este tradicional deporte que se utilizan para detener el juego, avisar al equipo rival de que se va a realizar el lanzamiento e indicar que el receptor está preparado para recogerlo.

Ahora solo queda esperar al próximo año y trabajar para que la XXV edición obtenga el mismo éxito que esta. Por su parte, la colla Sargantana espera con ilusión la próxima cita. “Tenemos mucha afición, ya jugábamos cuando se celebraba en el paseo Ribalta”, afirma Rodrigo.

La reina Carolina Tárrega y su corte se encargaron de entregar los premios. H