Estamos inmersos en plena Semana Santa, también llamada Semana Mayor, Semana de Lamentos, Semana Penosa o Santa y Gran Semana en diferentes países, cuya celebración se remonta ya a los tiempos apostólicos. Nuestra provincia no es ajena al fenómeno y las distintas poblaciones la celebran con numerosos actos tradicionales, tanto de la liturgia oficial como de la denominada religiosidad popular.

COFRADÍAS, hermandades y asociaciones están participando en pregones, procesiones, conciertos y representaciones religiosas tendentes a visibilizar el drama sacro de la Pasión. De ahí, también, el fenómeno de las representaciones sacras que se han incrementado en las comarcas castellonenses desde el año 1975 con su nacimiento.

La Semana Santa ha sido definida como una semana de mortificación y penitencia con ayunos y abstinencias rigurosos, después del Domingo de Ramos, siguiendo con los demás días.

Sin embargo, ha sido el Jueves Santo el día por excelencia del fervor religioso, el Misterio de la Eucaristía, el lavatorio de los pies, etcétera. No menos intenso es el carácter del Viernes Santo, el Sábado y el Domingo de Resurrección, cuyas muestras pueden verse en numerosas poblaciones.

CON LA LLEGADA de la Pascua finaliza esta larga Semana de Pasión con notas especiales de la religiosidad popular como la mona, los juegos pascuales, que no obstante, no olvida, para muchos, el tiempo de ocio.

*Profesor