Hace unas semanas estuve con mi mujer en Elche, visitando a mis hijos y a mis nietos. Visitamos el frondoso palmeral conocido como el Huerto del Cura porque fue propiedad del presbítero José Castaño, y aproveché para mostrar a los pequeños (en particular a Jorge, que tiene gran devoción por la naturaleza) la conocida como «palmera imperial», especialmente popular porque de su tronco, a un par de metros de la tierra, le nacieron nada menos que siete hijuelos, que crecieron hasta alcanzar los casi 20 metros de altura. Les conté a todos que esa denominación viene de la visita al palmeral de Isabel Amalia Eugenia de Baviera, la esposa de Francisco José de Habsburgo, conocida por el nombre familiar de Sissí. El personaje ganó de inmediato el interés de mi hija y su marido y, por supuesto, de mi esposa, por las membrilleras (por lo blandas y dulzonas) películas de Romy Schneider, al margen de otras incursiones en el celuloide. La emperatriz, de viaje con su yate por el Mediterráneo, visitó Elche en 1894, cuatro años antes del apuñalamiento que acabo con su vida. Acompañada por el sacerdote propietario de la arboleda, quedó sorprendida por el majestuoso candelabro de la naturaleza y en su asombro dijo: «esta palmera tiene una fuerza digna de un imperio». Mossén Castaño no se lo pensó dos veces y habida cuenta la frase, le adjudicó la denominación por la que todavía es conocida hoy en día.

*Cronista de Castellón