S abido es que practicar zumba tiene numerosos beneficios para la salud: incrementa la energía, mejora la postura, coordinación y condición física, da mayor flexibilidad y bienestar al cuerpo, ayuda a quemar calorías, reduce el estrés y aumenta la resistencia y autoestima.

En Canet lo Roig, además, el grupo de mujeres que semanalmente se reúne para asistir a las clases de esta modalidad de baile tan de moda, no solo dedican sus esfuerzos a mejorar su salud individual, sino también la de los demás. De hecho, en una de esas clases se plantearon luchar contra el cáncer. Dicho y hecho. Lanzaron la propuesta y se informaron sobre los pasos a seguir para constituirse como asociación local. En una semana, la idea tomó forma y se materializó, y ya son una entidad social más de la población.

El organigrama del colectivo lo integran Denisa Barceló, presidenta; María Teresa Capafons, vicepresidenta; Lourdes Solà, secretaria; Imma Castell, tesorera, y como vocales, la alcaldesa María Ángeles Pallarés, Neus Callarisa, Aida Astor, Marta Garcés, Bárbara Merino, Carmen Merino, Carmen Pérez, Sofía Roca y también Tamara Doménech.

Un loable proyecto

Desde su constitución como asamblea local no han cesado de trabajar y han conseguido que los vecinos se involucren en su loable proyecto. «Organizamos talleres de manualidades y ponemos a la venta los trabajos realizados para recaudar fondos destinados a la investigación del cáncer. En esos talleres participan pequeños y mayores del pueblo», detalla la presidenta de la asociación. Las primeras obras que han salido de los talleres ya tienen dueño, pues fueron adquiridas en la Fira de l’Oli que se celebró en junio en Canet. «Montamos un estand y mucha gente colaboró para nuestra causa», apunta la presidenta, consciente de la importancia de los gestos de solidaridad.

Una asociación contra el cáncer de Canet que se ha sumado también al proyecto de las pulseras Candelas, galardonado por Unicef con el Premio Moviliza y que ayuda a financiar la investigación del cáncer infantil del Hospital Sant Joan de Déu en Barcelona. Así, la zumba ha unido en la lucha contra el cáncer a estas mujeres de Canet lo Roig que se han propuesto no dejar de moverse para combatirlo.

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