vcornelles@epmediterraneo.com

Mucho más que una comparsa de sarracenos y cristianos viejos. Moros d’Alqueria, una institución legendaria en el ámbito magdalenero con marchamo propio, cuenta con nuevo presidente. José Chillida Dols, de férreos anclajes en el Castellón de las historias y de las costumbres, del tiempo y de las emociones, del firmamento y del sol.

Unos moros que, huyendo del axioma ignaciano de que en tiempos de tribulaciones, lo mejor es no hacer mudanzas, se aferran al cambio cognitivo y sustancial en su particular forma de ver y vivir la fiesta. Bien es cierto que los estatutos en clave de recreación de la cultura musulmana obligaban a nuevo presidente, pero también lo es que frente a tensiones no queridas los entes vinculados de la Magdalena apuestan «siempre por un talante conciliador», indica el propio Chillida como filosofía de hacer y fabricar la fiesta cuando llega el tercer domingo de la Cuaresma castellonense. «Ese ha sido siempre nuestro papel y actitud», sentencia al respecto.

«Desde siempre, Moros y sus representantes han ido fraguando cambios importantes en el devenir magdalenero en momentos difíciles», recuerda Chillida, con la evocación de aquella primera Junta de Festes democrática (1989-1990), presidida por Tián Pla, o la de unos años después con el moro Sixto Barberá de titular indiscutible. «Sí, estamos ahí cuando se trata de aportar ideas, innovación e inquietudes», detalla Chillida, que afronta con «una gran responsabilidad y honor» asumir la presidencia del colectivo que forja la realidad de lo árabe en Castellón.

Elección de reina y damas

Y en estos avatares convulsos de una Magdalena vacilante, Chillida no valora que se haya ampliado el número de representantes festeros para elegir a la reina y a las damas: «En este tema nunca hemos entrado. Es cierto que a título personal ha habido miembros que sí han participado en este proceso, pero nosotros como institución, nunca».

Dinámicas de cambio y evolución, «con la nueva sede social, en la calle Galicia, con un éxito impresionante y la ampliación a 62 del número de socios, tras muchos años de ser solo una treintena», está haciendo posible que todos los moros se impliquen en colaborar, «más si cabe, para la grandeza de las fiestas de la Magdalena».

Declaración de intenciones de José Chillida, señor del alfanje, sultán de las escuadras y del boato y príncipe moabita. Media luna de fantasías y oropeles en historias de mil y una noches.