Pablo Herrera (Castellón, 29 de junio de 1982) se ha convertido en uno de los deportistas más destacados de la provincia en las últimas dos décadas. Con cuatro participaciones en unos Juegos Olímpicos —busca la quinta en Tokio 2020— y con un palmarés sensacional, con varios títulos internacionales y en el que sobresale la plata obtenida en Atenas 2004, continúa manteniendo un excelente nivel en su 17ª temporada en la primera plana del voley playa mundial. Por todos estos motivos, mañana sábado recibirá la Medalla al Mérito Deportivo 2019 que concede la Diputación Provincial.

—¿Qué significa para usted ser galardonado con esta distinción?

—Para mí es todo un orgullo, puesto que como castellonero que piensen en ti para este reconocimiento es lo máximo. He ganado muchos títulos en mi carrera, pero esta distinción me hace una especial ilusión, ya que debido a la actividad deportiva no puedo pasar todo el tiempo que me gustaría en casa, con los míos, aunque allá donde voy llevo con orgullo el nombre de Castellón.

—¿Esperaba ser el elegido?

—En absoluto. Por suerte estamos en una provincia con deportistas de un excelente nivel y que también triunfan cuando compiten a nivel internacional, por lo que me pilló por sorpresa. Me imagino que mi elección es como reconocimiento a los años que llevo compitiendo al máximo.

—¿Cómo se enteró de que el galardón de este año recaía sobre usted?

—Recibí una llamada del presidente de la Diputación, Javier Moliner; y me extrañó porque estábamos en pretemporada y siempre que había hablado con él por teléfono había sido para felicitarme por algún éxito. Cuando me lo dijo, la satisfacción interior fue absoluta.

—Viene de conseguir el bronce en el primer torneo de la temporada, en Qatar. ¿Qué espera de esta campaña?

—Es un año importante, porque comienza a puntuar para conseguir el billete para los Juegos Olímpicos del próximo año en Tokio y en nuestro deporte es el gran objetivo que tenemos cada cuatro años. Este tercer puesto debe darnos moral para seguir trabajando y llegar a un excelente nivel al Mundial de Hamburgo, que es el otro reto del 2019.

—Ha estado en cuatro Juegos Olímpicos, ¿qué supondría vivir unos quintos el próximo año en Tokio?

—Sería cumplir mi sueño actual, ya que es el objetivo que me marqué cuando terminé en Río de Janeiro. Si me lo hubiesen dicho cuando empecé hace casi 20 años no me lo hubiese creído, pero ahora voy a luchar por ello. Adrián (Gavira) y yo nos lo vamos a dejar todo para que pueda ser una realidad.

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