Los valores son las convicciones y cualidades de cada cual. El que las posee las jerarquiza según su escala, le sirven de guía y le hacen singular. Son referentes o pautas que orientan el comportamiento humano y con cuyo cumplimiento la persona se realiza. En una sociedad occidental, con un estado social, liberal y democrático, con libertad y en base a nuestra cultura de raíz grecorromana y judeocristiana, deberían estar muy claros. No es así o sí están claros pero no se siguen por demasiada gente y alguna gentuza. Y una sociedad sin valores o que no los defiende con firmeza está llamada a la desaparición.

Carecer de principios supone conflictos sociales y ruptura de la convivencia, caos y anarquía. Esta carencia afecta a los que no respetan a nadie ni a nada, irresponsables y agresivos, intolerantes y dogmáticos, egoístas y superficiales, interesados y materialistas. Hay múltiples causas, el materialismo exacerbado, la desintegración de la familia, que es donde se debe enseñar en primer lugar y con el ejemplo, la ruptura de la autoridad y la falta de educación que conlleva, las adiciones, etc., etc. Es muy importante conservar los valores occidentales, mejorarlos, de ello somos responsables cada uno de nosotros y transmitirlos a nuestros hijos. Libertad, igualdad, fraternidad, positivismo, dignidad, solidaridad, justicia, tolerancia, respeto, honestidad, responsabilidad, educación, esfuerzo, trabajo, optimismo, valentía, amistad, amor... Serán su mayor tesoro. Otras culturas los odian, peor para ellos, aunque lo intenten no dejaremos que nos los arrebaten.

*Notario