Vicent Marzà, Conseller de Educación, Cultura y Deporte. Antes también de Universidades, pero eso se lo han quitado. La Cultura y el Deporte, no existen. El Palau y algunos museos cerrados o por acondicionar. Lo único que parece importar: la educación, o la adoctrinación.

Somos una comunidad bilingüe, donde siempre se ha hablado castellano y valenciano no normalizado, pero ahora trata de implantar un modelo educativo nacionalista que en la práctica acaba con el castellano. Se intentó con un decreto que fracasó por decisión judicial, pero al fin en 2018 lo sacó a través de la Ley de Plurilingüismo, Ley rechazada con miles de manifestantes en las calles, que olvida las amplias zonas valencianas que solo hablan castellano y que acaba con la libertad de elección de idioma, como ya pasó con la elección de centro.

Con lo bonita que es la libertad, no parece estar en los valores de la Conselleria. Recuerda mucho lo que pasó en Cataluña hace años, adoctrinamiento y nacionalismo que lleva al sectarismo, la confrontación y la ruina. Además, el informe PISA 2018 nos pone por los suelos, de los peores de Europa y de España, bajando escandalosamente los resultados del 2015.

La promesa de acabar con los barracones se ha incumplido y los colegios siguen igual o peor. Se ataca a la concertada, que es buena y barata. Ya le han ganado con 43 sentencias judiciales.

Y por cierto, el artículo 26.3 de la Declaración de los Derechos Humanos dice: «Los padres tendrán derecho preferente a escoger el tipo de educación que habrá de darse a sus hijos».

Che, suspendido.

*Notario