La alegría es una emoción preciosa, una sensación placentera que genera buen rollo y aumenta nuestra calidad de vida. Hay que estar alegre. Es un sentimiento, un estado de ánimo positivo, grato, satisfactorio, que produce optimismo, regocijo, jubilo, exaltación, alborozo, placer, felicidad. Se puede deber a muchas causas, a un suceso favorable, la proximidad con alguna persona o cosa, la consecución de una meta, la atenuación de un malestar, a la diversión o al entretenimiento, a una experiencia estética o a la causa más profunda que es el amor. Suele manifestarse con signos exteriores, palabras, actos o gestos, que activan el organismo entero. Da ganas de saltar, bailar, abrazar, cantar, chillar... de reír y sonreír, se te iluminan los ojos, te produce bienestar general. Si la tienes la notas, la demuestras y te la notan. Ayuda a ser más creativo, solidario y proactivo creando lazos positivos entre los seres humanos. Mejora el funcionamiento de nuestro cuerpo y de nuestra mente originando estados mentales que inducen al cerebro a liberar endorfina que alivia o elimina el dolor físico y emocional y aumenta nuestra resistencia, influye en que disfrutemos más y mejor de cada instante de la vida.

Si estas alegre y contento, todo va mejor, la gente te aprecia más e irradias felicidad. En el contacto con los demás, que diferencia tratar con alguien simpático, alegre y feliz que con un tristón, cuenta desgracias. Es parte de nuestra vida y vital para disfrutar y no sufrir. Por todo esto y mucho más, deseando tener la máxima que se pueda. ¡ Viva la alegría!

*Notario