Ser bartender o barman significa para él ser el profesional que está detrás de la barra con conocimientos sobre bebidas. Se define como “un artista en el arte de mezclar, que se nutre del sabor, aroma, color, creatividad y fantasía”. Él, Yeray Monforte, reconoce que el cliente es un amigo: “Nunca hay que embriagar al cliente, hay que aconsejarlo y no ofrecer una copa sin una sonrisa”.

La coctelería nació como tal en el siglo XIX y, a principios del siglo XX, tiene su boom con la famosa ley seca de Estados Unidos, donde se utilizaban los cócteles para ocultar el mal sabor de la baja calidad del alcohol. Es en los años 50 cuando nace la combinación tiki, (preparados como el mojito, mai tai piña… ). “Hubiera sido bonito ser barman en aquella época y vivir entre combinados, ya que son los cimientos de lo que conocemos hoy en día, que cada vez se parecen más a lo vintage”, apunta.

En la actualidad, está de moda versionar lo de aquella época, pero añadiendo el toque de ahora. “Hemos adaptado los cócteles a los gustos actuales, e incluso utilizamos técnicas de la cocina de vanguardia, como esferificaciones, ahumados, espumas al aire...”. Cuesta imaginar un auténtico barman hoy en día, desde aquella película Cocktail de Tom Cruise.

Pues Yeray es algo así como aquel jovencísimo Cruise que soñaba con triunfar con sus coreografías, mientras preparaba un combinado y hacía felices a sus clientes. Varios premios lo consolidan como un gran profesional: ha ganado el primer premio en el concurso de gintónic de la provincia de Castellón en el año 2014, así como en el año 2015, y el certamen del Mediterráneo como mejor barman. Y este año ha obtenido el tercer puesto en el Spirit Sommelier de toda España.

Para ganar tantos premios, lo principal es saber hacer un buen gintónic. Yeray revela su secreto: “La incógnita es sacar sus mejores virtudes, no existe el gintónic perfecto porque hay variedad de gustos”. Es todo un reto prepararlo pero siempre se siguen las mismas pautas: “Hay que usar un vaso ancho o de balón, mucho hielo, la cantidad adecuada de ginebra, tónica fría y no más de dos botánicos”.

Iniciados // En cuanto a los principiantes, el joven cree que “hay que ser humilde, y más en una ciudad pequeña como es Castellón. Aquí apenas conocemos este mundo y es por eso que quien quiera ser barman, ha de formarse debidamente. El secreto del éxito es la constancia y dedicación”. Buenos consejos para alcanzar el sueño. H