Almassora aumenta un 48,68% los expedientes de prestaciones económicas individualizadas (PEI) respecto al año pasado. Con ello, la localidad ha cubierto carencias básicas en alimentación, alquiler y gastos corrientes de vecinos que estaban en situación de necesidad. El Ayuntamiento ha duplicado el número de familias que han recibido este tipo de ayudas y, en concreto, más de 65.000 euros de las arcas del consistorio han ido destinados en los últimos dos meses a los afectados por la crisis del coronavirus, divididos entre dichos expedientes, el apoyo a Cáritas y Cruz Roja Almassora y a los Servicios Sociales de la localidad.

Este departamento ha trabajado junto a Cáritas en un programa de reparto de alimentos diario, en el que cuestiones tan necesarias como la alimentación han sido resueltas rápidamente. El equipo de gobierno tuvo que hacer una ampliación de la partida presupuestaria y en la actualidad ha invertido 5.000 euros para llevar a cabo estas acciones.

400 beneficiarios

Más de 400 vecinos se han beneficiado indirectamente de estas ayudas concedidas a un total de 200 familias. Los repartos constan de alimentos frescos y productos higiénicos.

Por otro lado, Cruz Roja, con la ayuda del consistorio, ha trazado dos líneas de actuación. En primer lugar, con el objetivo de dar cobertura a las necesidades de la población, ha creado el programa de atención a primera necesidad. Aquí, la entidad, junto a los técnicos de Servicios Sociales, gestiona unos cheques para realizar compras de artículos perentorios en un supermercado local. El importe de cada uno varía en función del número de miembros que consta cada familia. Desde el 1 de abril hasta la fecha, casi 60 hogares se han podido beneficiar de esta iniciativa social.

El segundo ámbito de acción de Cruz Roja ha sido el reparto casa por casa. En este programa de emergencias se distribuyen lotes de comida a domicilio, que es adquirida en algún establecimiento almazorense o bien son donados por grandes superficies. Los packs están compuestos por alimentos de primera necesidad y productos de limpieza e higiene.

Los beneficiarios de este plan son personas en situación de riesgo y exclusión, mayores de 65 años que no tienen recursos económicos o no disponen de familiares directos que puedan atenderlos y personas con patologías crónicas. La inversión en el programa es de unos 3.000 euros.