Reactivar la economía local y evitar el cierre de negocios después del periodo de confinamiento por coronavirus. Esos son los objetivos que persigue el plan de autónomos y pymes que prepara el Ayuntamiento de Almassora para defender el comercio local de la crisis económica y de la competencia de las grandes plataformas de venta en línea.

“Estos días es muy visible la imagen desoladora que tienen nuestras calles con las persianas de los comercios cerrados y lo que tenemos que evitar a toda costa es que muchos de ellos se queden así después de la alerta sanitaria”, ha señalado la alcaldesa, Merche Galí. Por ello, el equipo de gobierno estudia ayudas para el pago de alquileres de locales comerciales, remodelaciones y contrataciones para reforzar un sector lastrado por la emergencia sanitaria.

“Primero analizaremos las consecuencias de esta situación y después activaremos diversas líneas de trabajo y subvenciones para apoyar a estos autónomos, buena parte de ellos pertenecientes a la hostelería, que han perdido sus ingresos”, recalca la munícipe. En estos momentos están suspendidas todas las contrataciones debido al estado de alarma, situación que el equipo de gobierno ha aprovechado para estudiar medidas que se mantendrán a largo plazo “para activar los planes una vez que el Gobierno nos lo permita”.

En este sentido se apoyarán también iniciativas para atajar la debilidad en la competencia con plataformas comerciales on line y, en general, el manejo de nuevas tecnologías aplicadas al comercio. Potenciar estas herramientas entre los negocios puede ser clave para ayudar en la recuperación, en tanto que reduciría el impacto negativo que tienen sobre el tejido empresarial de Almassora las compras a través del comercio electrónico de las grandes cadenas.

Obras

Por otro lado, el Ayuntamiento, que también ha anunciado un plan de obras en edificios municipales con proveedores preferentes de la localidad, mantiene su voluntad de continuar con inversiones en la localidad, si bien con nuevos plazos y en función de las prioridades que marque la emergencia sanitaria. “Sacrificar una inversión significa sacrificar obras y creación de puestos de trabajo, y también supone recortes a las empresas en activo y en la contratación de personal”, según Galí, que considera “desacertado desinvertir para subvencionar”.