Con el avance de la pandemia, la Conselleria de Sanidad decidió centrar todos los medios disponibles en los hospitales y, para ello, cerró los ambulatorios de los municipios menos poblados y reagrupó los de las localidades más grandes. Ahora ante el descenso de casos y cara a la esperada desescalada, el Gobierno ya ha dado claras instrucciones a las comunidades autónomas para que primen la Atención Primaria y otorguen a los consultorios todas las funciones necesarias para la detección precoz de casos, imprescindible para evitar rebrotes. Pero, el problema está, como advierten los sindicatos sanitarios, en que este servicio asistencial se encuentra totalmente «saturado» y «sobrecargado»» debido a la falta de médicos de familia.

Como ya informó Mediterráneo, la concienciación de los pacientes y el miedo a un posible contagio es grande y solo se acude al centro de salud si la dolencia reviste gravedad. Además, la mayoría de consultas se realizan telefónicamente, la mayoría de las cuales hacen referencia al seguimiento de casos sospechosos de coronavirus a los que no se les ha realizado el test. De momento, Sanidad no dispone de este dato que permitiría saber cuántas personas con cuadros leves han podido estar contagiadas.

Consultas pospuestas

«Antes de la pandemia los centros de salud estaban casi al borde del colapso con médicos que soportaban agendas de pacientes muy elevadas, por tanto, esa situación existe, al igual que hay que prever que todas aquellas personas que no están acudiendo ahora y postergando sus visitas sí lo harán cuando se reduzca la presión por el coronavirus», señalaron ayer desde el sindicato médico de la Comunitat, CESM-CV.

Por su parte, la consellera de Sanidad, Ana Barceló, apuntó ayer que están planificando la función de la Atención Primaria a partir de ahora, pero adelantó que se ocupará, principalmente, de recoger muestras de test de coronavirus. Actualmente, se realiza en los centros hospitalarios.

Por tanto, en la hoja de ruta que ahora se diseña se fijará previsiblemente la pronta apertura de todos los consultorios pequeños que fueron cerrados cuando estalló la crisis sanitaria. También deberá estar encima de la mesa el posible refuerzo de las plantillas, aunque el problema para la contratación en Primaria ha sido en los últimos meses la falta de facultativos de medicina de familia y pediatría.

Colegio de Médicos de Castellón

Por su parte, el Colegio de Médicos de Castellón considera que los profesionales de la Atención Primaria «pueden jugar un papel importante en la misión de control de los pacientes afectados por el coronavirus, pero para ello es imprescindible incrementar los recursos humanos, de personal, y materiales con los que desarrollar su función, ya que a la labor de realizar test a la posible población afectada se suma la de seguir controlando otras enfermedades crónicas y otras patologías, que forman parte de la actividad diaria». «Estamos observando que la gestión de las agendas telefónica se está colapsando en la actualidad», señalaron desde la entidad, al tiempo que insistieron en denunciar «el progresivo deterioro sufrido en la Atención Primaria». «No se fidelizaba a los médicos de familia tras superar el periodo de residentes con contratos dignos y prolongados, por lo que muchos optaban por emigrar a otros países», remarcaron.