Vilafranca, uno de los tres únicos municipios de la comarca de Els Ports que deberán seguir unos días más en la fase 0 al no pertenecer al Departamento de Salud de Vinaròs, trabaja a destajo para producir material de protección para luchar contra la pandemia. En su fábrica más conocida, Marie Claire, llevan semanas confeccionando este material tan necesario en las delicada situación actual. Bien lo sabe Sonia Andrés, trabajadora de la empresa. «Desde hace semanas nos dedicamos por completo a la producción de mascarillas», explica esta vecina.

Sonia Andrés teje mascarillas en la fábrica de Marie Claire, la más conocida en Vilafranca.

Fuera de esta industria, la vida sigue con más o menos normalidad, desde que el pasado fin de semana se autorizasen las salidas del domicilio, sin franjas horarias para las localidades con menos de 5.000 habitantes. Sus habitantes trabajan y tratan de retomar paulatinamente los hábitos que tenían antes de la llegada del coronavirus, mientras que los comercios intentan sobreponerse a la crisis y emprenden iniciativas para paliar la caída de ingresos.

En este sentido, en la localidad ha triunfado la idea impulsada por Luis Gargallo y Carlos Tena, gerentes de Bolíssim, la empresa de nueva creación que tiene en el tradicional bolo su producto estrella, aunque también preparan otras elaboraciones. «Facturamos un 15% en comparación a lo que hacíamos antes de la pandemia», detallan. Sin embargo, Gargallo y Tena no han tirado la toalla y se han reinventado para no parar por completo sus cocinas. «Todos los jueves ofrecemos un plato diferente para cenar y lo repartimos recién hecho», apuntan los responsables del establecimiento: «Tenemos muchas comandas en Vilafranca, pero también distribuimos a otras poblaciones cercanas».

Carlos Tena, uno de los gerentes de Bolíssim, prepara una pizza, que después reparte recién horneada a los vecinos.

También sigue su rutina Rosa Falcó, que regenta una frutería en la localidad. «Afortunadamente, tenemos mucho trabajo, los vecinos han optado por el pequeño comercio y eso se nota, tenemos más pedidos», comenta.

Rosa Falcó regenta una frutería en la que estos días no le ha faltado trabajo en Vilafranca.

Por otro lado, el consistorio redobla esfuerzos en ayudar a quienes más lo necesitan, tal como lo pone en valor el teniente de alcalde, Cándido Andrés. «Desde el Ayuntamiento estamos volcados en el refuerzo de los Servicios Sociales. Hemos repartido mascarillas por el municipio y estamos tratando de volver a la normalidad dentro de las restricciones existentes», dice.