Están en la primera línea de la lucha contra el coronavirus. Son el equipo humano de ambulancias CSA, formado por 300 personas y una flota de 140 vehículos que da servicio a la provincia de Castellón y a la parte del sur que depende del Hospital de Sagunto. «No diría miedo, porque estamos hechos a encontrarnos en circunstancias extremas, pero sí respeto al coronavirus, mucho. Tienes que tener todas las medidas de autoprotección posibles para evitar que el personal se pueda contagiar. Además, no estamos inmunizados y es una situación sobrevenida, grave y extrema», señala Juan de Dios, gerente de esta compañía.

La empresa se ha adaptado en tiempo record para dar respuesta a esta crisis sanitaria. Al principio de la alerta, la Conselleria de Sanidad hizo un estudio para ver a qué pacientes se les podían demorar los traslados a los centros hospitalarios o de rehabilitación. «Con esto la actividad ordinaria bajó considerablemente», explica José Luis Llorente, director del área operativa. Pero a la par que caía la entrada de llamadas ordinarias, aumentaba la gestión de servicios urgentes. «En nuestra central, estas últimas llamadas entran a través del 112, las coordina el CICU y en nuestro centro lo que hacemos es el transporte programado para Conselleria. Ahora estamos asumiendo, con esas ambulancias, urgencias de covid-19, con lo que ha habido que reforzarlo», dice De Dios.

Lo que se ha disparado es el traslado de enfermos de coronavirus. «Si antes se hacían dos o tres servicios al mes, ahora están entre 40 y 60 diarios», describe Llorente. Además, después de cada traslado hay que desinfectar el vehículo (cuesta media hora) y, a continuación, limpiar la ambulancia por dentro. Todas las manos son pocas y parte del personal de manejo de ambulancias se ha destinado a esto. Y a ello hay que añadir que existen una veintena de profesionales en cuarentena preventiva por haber tenido contacto con pacientes infectados.

Pero, ¿qué tipo de traslados realizan los profesionales de ambulancias CSA? La casuística es muy variada: desde pacientes con síntomas y transportados, por decisión del médico, a centros sanitarios; enfermos ya diagnosticados cuyo estado de salud empeora y son movilizados a hospitales; o traslados desde centros hospitalarios a infraestructuras habilitadas como el Centre de Tecnificació Esportiva de Vila-real. «El comportamiento de la ciudadanía, de los pacientes, está siendo ejemplar. Tanto las personas infectadas como sospechosas están siguiendo en todo momento las instrucciones que les vamos dando. Este es un trabajo de todos», agrega Llorente.

Los primeros días no fueron fáciles. Había más preguntas que respuestas, aunque poco a poco los profesionales han tomando el control de la situación. «El volumen de trabajo es alto, pero hay más seguridad y más sensación de control», sentencian los responsables.

Orgullos de su trabajo, en ambulancias CSA se sienten también agradecidos por los homenajes que reciben. «Esos aplausos nos ofrecen una fuerza impresionante», reconoce José Luis Llorente. Por su parte, De Dios añade: «Es una inyección de moral que te ayuda a mantener el ánimo y a seguir en la batalla». Y elogia a todo su personal: «Su respuesta está siendo fenomenal», explica. Como también, sentencia, resulta ejemplar el comportamiento de los que se quedan en casa, de los agricultores y ganaderos o de las fuerzas de seguridad.

Los profesionales empiezan a recibir equipos de calidad

Desde el comienzo de la crisis, sin embargo, los técnicos de emergencias de las ambulancias han criticado la mala calidad de los equipos de protección individual con los que han trabajado hasta ahora. «Escasez y mala calidad de mascarillas y guantes, sin condiciones de seguridad para todo el personal, o buzos de plástico sin homologar y no para todos» habían denunciado jornadas atrás.

Una situación que ahora parece que empieza a cambiar. Ayer mismo a todo el equipo de CSA les suministraron material de protección de calidad y homologado con el que resguardarse.

Juan de Dios asegura que «con los productos que nos está facilitando Conselleria y los que hemos conseguido nosotros, la empresa está salvando la situación». No obstante, el gerente de CSA reconoce que la carencia existe y «hay una falta de material de protección, tanto para los profesionales de los hospitales como para nosotros».