Atípica misa pontifical ayer en la Basílica de la Mare de Deú del Lledó, en la fiesta principal de la patrona de Castelló, en el primer domingo de mayo. Presidida por el obispo de la diócesis de Segorbe-Castellón, Casimiro López, en la ceremonia solo estaban presentes el presidente de la Real Cofradía mariana, la presidenta de la Junta de Camareras, el clavario 2020 y el Perot, así como los priores de la basílica y de la congregación lledonera, que guardaban la distancia exigida ante la crisis internacional de la Covid-19. Una imagen inusual e inédita en la historia del fervor a la patrona de la ciudad.