Las carreteras de l’Alcalatén, uno de los focos de mayor actividad del clúster azulejero provincial, muestran un movimiento superior al que sería habitual en este periodo del año. Parte de la producción perdida en los peores momentos de la pandemia del coronavirus se está viendo compensada en los meses de verano, periodo que buena parte de las compañías aprovechan para programar las vacaciones de empleados y realizar labores de mantenimiento.

Fuentes del sector indican a Mediterráneo que en julio y agosto «se detecta más ritmo en la producción y siguen llegando los pedidos», para añadir acto seguido que la gran incógnita es el comportamiento del mes de octubre. En primer lugar, destacan que este repunte no compensa la gran caída de la primavera y especifican que la demanda de productos viene de proyectos anteriores a la aparición del covid-19. «Hay mercados nacionales como Andalucía que funcionan con normalidad, pero en Madrid y Barcelona todavía no se ha dado la recuperación, y las obras nuevas se acaban», aclaran. A ello se une el temor a una nueva parálisis por el aumento de brotes, no solo en España, sino en los principales puntos a los que exporta el azulejo de Castellón.

Otra explicación al impulso de estos meses está en la medida preventiva de la primera quincena de abril, cuando el Gobierno decretó el cierre temporal de toda industria considerada como no esencial. Hubo empresas que aprovecharon la situación para adelantar labores de mantenimiento. El presidente de la Asociación de Técnicos Cerámicos, Juan José Montoro, comenta que hay «un buen ritmo y hay quien aprovecha los pedidos para atender la demanda», aunque también advierte que septiembre será clave en la evolución en la recta final del año.

MENOS DESCANSO / Desde el sindicato Comisiones Obreras, Jordi Riera menciona «las diferencias entre los grandes grupos y las industrias más pequeñas, pero hay casos en los que los paros de dos o tres semanas en agosto se reducen» por necesidades de producción. Hay todavía hornos parados y personal incluido en ERTE, de modo que han tenido que variar la planificación para el correcto abastecimiento y a la vez cumplir con los correspondientes periodos de vacaciones de la plantilla.

Por parte del segmento de la maquinaria, el presidente de Asebec, Juan Vicente Bono, destaca que tienen «carga de trabajo, aunque esto va por barrios», y se suma a la preocupación por lo que llegue en otoño, al no haber expectativas de grandes proyectos, y detectar el aplazamiento de nuevas inversiones en algunas empresas.

SUBVENCIÓN A ASCER / Por otro lado, el pleno del Consell de ayer aprobó la concesión de una subvención a la patronal del sector cerámico, Ascer, para el desarrollo de actividades encaminadas al impulso de la transformación modernizadora. Con un importe de un millón de euros, tiene el propósito de mejorar la competitividad y alinearse con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030 de la ONU. La Generalitat destaca la capacidad de Ascer para «para promover y liderar acciones de ámbito sectorial, con repercusiones relevantes en el desarrollo territorial y hacia otros sectores productivos.

Además, la Asociación de Investigación de las Industrias Cerámicas, Aice, recibirá 1.196.819,52 euros, dentro de la convocatoria de ayudas dirigidas a los centros tecnológicos valencianos para el desarrollo de proyectos de I+D.

PRODUCCIÓN ESTANCADA / Los datos del índice de producción industrial correspondientes al mes de junio, dados a conocer en la jornada de ayer, revelan que el sector del azulejo continúa recuperándose lentamente de la paralización económica de los meses de marzo y abril, aunque sigue mostrando un pulso escaso. La fabricación de cerámica descendió un 6% respecto al mismo periodo del año anterior.

La patronal Ascer valora que esta cifra «apenas tiene variación respecto a mayo, cuando cayó un 6,1%». A pesar de que los números quedan lejos del histórico descalabro de abril, cuando el retroceso fue del 57,1%, «la situación no ha mejorado, sino que está estancada debido a la incertidumbre que existe respecto a la evolución de la pandemia», añaden desde la entidad que agrupa la industria.

Las estadísticas acumuladas de enero a junio revelan que la producción se sitúa en un 12,9% por debajo del primer semestre del 2019. En abril, el porcentaje fue del -16,6%, por lo que la reactivación demuestra que todavía se está lejos de alcanzar registros similares a años anteriores.

El presidente de Ascer, Vicente Nomdedeu, explicó en julio, tras mantener un encuentro con el president de la Generalitat, Ximo Puig, que hasta el próximo año no alcanzarán el ritmo previo a la pandemia. La reciente asamblea general de la asociación empresarial puso de manifiesto que el impacto de la situación en las ventas fue del 11,3%.

Las empresas de fabricación de pavimentos y revestimientos cerámicos no han sido ajenas al goteo constante de paros temporales entre sus empleados. A lo largo de los últimos meses han sido 7.544 los trabajadores afectados, aunque muchos de ellos han vuelto a la normalidad.