El Banco de España cree que los problemas de accesibilidad a la vivienda y las consiguientes ineficacias a nivel macroeconómico se pueden aliviar mediante algunas intervenciones públicas en el mercado del alquiler, según se desprende de un análisis sobre el mercado de la vivienda en España entre 2014 y 2019 realizado por la Institución.

"El funcionamiento del mercado de la vivienda, y de modo particular del alquiler residencial, es un factor relevante desde muchas perspectivas, como la macroeconómica, financiera y social", apunta.

Así, hace hincapié en que la existencia de situaciones de insuficiencia de la oferta de vivienda, "que derivan de dinámicas alcistas en los precios", puede generar "problemas" de acceso a la vivienda en determinados colectivos y crear ineficacias y riesgos en el funcionamiento de la economía y el sistema financiero.

Asimismo, el Banco de España ha alertado de que el "sustancial impacto" macroeconómico que tendrá la crisis sanitaria del coronavirus podría agravar tanto las dificultades de accesibilidad a la vivienda como los riesgos vinculados al mercado inmobiliario.

Impacto del coronavirus

La institución cree que existe una mayor incertidumbre de los efectos a medio plazo sobre el mercado inmobiliario del coronavirus, así como sobre el impacto de las medidas introducidas. "Conviene evitar que se generen distorsiones en el mercado del alquiler que acaben mermando su seguridad jurídica, lo que desincentivaría el necesario incremento de la oferta para absorber la demanda", indica.

No obstante, deja claro que, dada la ausencia de datos por la cercanía del coronavirus no analiza estos aspectos en este informe y afirma que, en todo caso, en su seguimiento habitual de los desarrollos macrofinancieros, abordará estas cuestiones en cuanto se disponga de información.

El Banco de España afirma que las dificultades de acceso a la vivienda por parte de los hogares en España se han agravado durante los últimos años, sobre todo en colectivos como los jóvenes o los hogares con rentas bajas y en las grandes áreas metropolitanas.

Desde 2013, la inversión real en vivienda de los hogares ha aumentado en un 47% y también han mostrado una pauta expansiva durante los últimos años indicadores como el inicio de obra nueva residencial o el empleo en el sector de la construcción.

No obstante, desde mediados de 2018 se ha observado una moderación del crecimiento de la oferta inmobiliaria, hecho que, según el Banco de España, es compatible con la desaceleración de la economía española y el deterioro de las perspectivas económicas a medio plazo.

Según la institución, un determinante clave de los bajos niveles de oferta en el sector inmobiliario en comparación con otros ciclos expansivos anteriores es el reducido crecimiento de la población de los últimos años.

No obstante, también remarca que el elevado 'stock' de vivienda sin vender que se acumuló durante la última crisis es otro de los condicionantes detrás de los reducidos niveles de nueva oferta.

Respecto a los precios de compraventa y las transacciones, apunta que el precio de la vivienda ha presentado una trayectoria de crecimiento sostenida en los últimos años, tras el intenso ajuste durante la crisis, y que las transacciones han avanzado de forma significativa durante los últimos años, sostenidas por el segmento de vivienda usada por la "reducida" iniciación de nuevas viviendas.