La crisis provocada por el covid-19 tiene una naturaleza temporal, aunque, probablemente, será "más duradera de lo que inicialmente anticipábamos", ha comentado este lunes el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos. Durante su comparecencia en la Comisión de Economía del Congreso de los Diputados. La profundidad de la crisis va más allá de los escenarios menos perjudiciales anticipados por el Banco de España, que en el mes de abril trazó tres situaciones diferentes para la economía española en función de cuáles fueran los efectos económicos de la crisis sanitaria.

En ese análisis se contemplaban tres escenarios de caída del producto interior bruto (PIB): 6,8% en el caso más benigno, el 9,5% en el medio y el 12,4% en el peor. Tras los acontecimientos que se han producido en el últimos meses y la certificación de que la crisis ya dura más de lo que indicaba el primera opción, el Banco de España ya descarta que se vaya a producir esa primera opción y observa que los escenarios más probables de caída de la actividad en el 2020 estarán en la opción de 9,5% o del 12,4%. Asimismo se prevé un escenario de recuperación del 6,1% y del 8,8% en el 2021, datos similares a las previsiones de abril. En todo caso, "la recuperación en el 2021 será insuficiente para volver al escenario anterior a la crisis", ha comentado Hernández de Cos.

Mayor endeudamiento

El gobernador del supervisor financiero ha precisado, no obstante, la naturaleza global de la crisis económica, "que va a infligir un golpe muy duro a la economía mundial". Pero de igual forma, ha precisado que no afectará de igual forma a unos países que a otros, aunque el coste de financiación para los estados de la crisis va a ser elevado. En el caso de España ha señalado que los escenarios más probables de endeudamiento es que se alcance una ratio del 115% de deuda sobre el PIB en el escenario menos adverso este año, pero no descarta que alcance el una ratio del 120 puntos de PIB.

Por el momento, el repaso de la situación económica muestra una caída de la actividad en el primer trimestre del 5,2% del PIB, lo que duplica la caída que se produjo en el primer trimestre del 2009, en plena crisis financiera. Ha recordado que la afiliación a la Seguridad Social cayó en 950.000 personas menos entre marzo y abril y duplicó la pérdida del primer trimestre del 2009. Si cuentan los ertes, hay que añadir 3,4 millones de trabajadores afectados y 1,5 millones de autónomos."

"Somos más vulnerables que otros países", ha dicho Hernández de Cos. Las ramas más afectadas por la pandemia representan el 25% del PIB: hostelería, transporte y comercio minorista. También industria automovilística se ha visto muy afectada por la interrupción de la cadena productiva. Su vuelta a la actividad será más tardía que en otros países.

El gobernador ha precisado en su exposición que ha aumentado el riesgos para estabilidad financiera: "Los riesgo de mercado, crédito y operacionales han aumentado de manera significativa", pero por otra parte, los entidades financieras está en mejor situación que durante la crisis anterior de responder a las necesidades del momento. Y ha avanzado que el crédito evidencia un repunte de más del 50% del flujo nuevo concedido a empresas por los bancos. Y ha destacado los programas de avales del Estado que muestran que las operaciones realizadas alcanzan hasta mayo las 372.000, de las que el 98% son pymes y autónomos. Con un importe de los avales de 37.000 millones y una movilización de recursos para las empresas por encima de los 47.000 millones de euros.

Respuesta conjunta

La respuesta individual de los países no es la más eficaz para esta crisis. Se han tomado iniciativas europeas, ha comentado, pero su volumen es demasiado modesto, pese a los programas que se han movilizado, el conjunto de todos los programas de ayuda aprobados, cuando se compara con las necesidades de financiación pública que surgirán en la UE, "la cuantía es reducida".

Hernández de Cos ha resaltado la inexistencia de una esquema de que permitan que los agentes del euros se financien en igualdad de condiciones. "Podría cubrirse con un fondo de recuperación común", ha defendido. Un instrumento orientado a la financiación del gasto publico y la reestructuración del tejido productivo. en este sentido, ha precisado que un presupuesto europeo común, ayudaría a reducir costes de financiación que afrontan los países.