A poco más de diez días de la llegada del verano y todavía en estado de alarma por la crisis del coronavirus, interior y litoral coinciden estos días en la sucesión de cancelación de citas festivas. Este miércoles, el capítulo de anulaciones fusionó las clásicas hogueras de San Juan en la playa y las celebraciones populares de 29 localidades del Alto Palancia, que decidieron en una decisión considerada como «histórica» suspender todos a una sus fiestas estivales.

Respecto a la noche más larga, Benicàssim anunció la prohibición de llevar a cabo cualquier actividad en las playas del municipio, ya que las características de estas citas no son compatibles con las medidas de seguridad y distanciamiento social establecidas por las autoridades competentes para evitar la propagación del covid-19. «Desde la prudencia y la responsabilidad, el Ayuntamiento debe velar por la salud y la seguridad de la ciudadanía. Apelamos a la responsabilidad», recalcó la alcaldesa, Susana Marqués. La localidad contará con un dispositivo especial de la Policía Local y la Guardia Civil para las últimas horas del 23 de junio.

En la misma línea actuará Orpesa, que también confirmó que no permitirá reuniones en la arena en una fecha tan especial. «La playa Morro de Gos, donde se suelen concentrar amigos y familiares, estará acordonada. Quienes no lo acaten podrán ser sancionados», informó la concejala de Fiestas, Jennifer Casañ.

Por su parte, Torreblanca no ha comunicado oficialmente su postura, pero avanzan a Mediterráneo que impedirán concentraciones en la costa, en su caso en Torrenostra. Eso sí, permitirán el bañarse los pies y desplegarán controles policiales y de Protección Civil en todos los accesos.