El 1 de septiembre arrancará para muchas escuelas infantiles de cero a tres años en Castellón el curso más atípico de su historia, con un protocolo sanitario frente al covid 19 marcado por los grupos burbuja (colectivo estable de convivencia de monitor con sus alumnos), los turnos sin encuentro entre clases (en entradas y salidas escalonadas, patio, etc) y la máxima higiene, más que nunca.

Será un ensayo de lo que está por venir con el inicio del curso escolar el 7 de septiembre y, aunque muchas guarderías funcionan ya desde hace unos meses, se blindarán con «el protocolo que pasó Sanidad en julio», no tienen otro, y con medidas específicas que ha decidido cada centro.

Desde tener dos lotes de juguetes diferentes para cada turno del patio, a anular el comedor y comer cada grupo en su aula, más espacio entre las cunas de la siesta donde no coincidirán cara con cara, o dejar el cepillo de dientes en casa, tan habitual entre los más mayores (de 2 a 3 años) para inculcarles el hábito, que se deja para los padres, en vistas a evitar contagios con artículos de aseo.

La presidenta de la asociación de escuelas infantiles Acade-Adeiv en Castellón, Elena Peset, apunta que este año el coronavirus afectará al periodo inicial «de adaptación» y a nivel organizativo.

Con todo, la matriculación nueva, de cero a un año, ha caído pues «muchos están a la espera y tirarán mano de parientes. No se han atrevido a dar el paso de llevarlos a la escuela infantil en septiembre. A los mayores, de 2 a 3 años, sí los han matriculado». Con todo, Peset opina que sería de interés potenciar las ayudas económicas para guardería como han hecho algunos ayuntamientos, como Vila-real u Onda; y se ha pedido en Castelló y Benicarló. Y piden a Conselleria «una convocatoria extraordinaria de bono infantil más adelante, en enero».