Crece la preocupación por el avance del coronavirus en las residencias de mayores de la provincia de Castellón. A los geriátricos en alerta se sumó ayer uno más y ya son siete los centros con positivos ya sea entre los usuarios o la plantilla. En total, hay 50 contagios de residentes y 14 de trabajadores, lo que suma 64 casos, es decir, el 11% del total de los registrados en la provincia. En la Comunitat hay 69 geriátricos en alerta al haber dado positivo 399 mayores y 112 empleados. El total de fallecidos es de 73, cuatro en la provincia.

Sin duda, todos los esfuerzos para contener el brote están puestos en la residencia San Juan Bautista de Morella, después de que hayan muerto tres mayores y 28 de ellos estén contagiados, lo que supone cerca de la mitad de los usuarios, al igual que ocho empleados. El control sanitario ya lo asumió el departamento de Vinaròs, aunque en las últimas horas, según confirmó el alcalde, Rhamsés Ripollés, se ha contratado más personal de refuerzo al que el ayuntamiento ha puesto viviendas a su disposición.

La otra residencia con una persona fallecida es la Virgen de Gracia de Vila-real de titularidad pública, pero gestión privado a cargo del grupo La Saleta Care, quienes ayer declinaron pronunciarse y derivaron cualquier consulta al respecto a las consellerias de Sanidad o Igualdad y Políticas Inclusivas.

Estos dos departamentos se encuentran elaborando un protocolo para que los familiares que lo deseen puedan llevarse a casa a sus mayores sin perder la plaza, aunque habrá que aclarar qué sucede con aquellos que están contagiados. Otra de las acciones que está encima de la mesa es la posibilidad, como han hecho otras comunidades, de reubicar a los usuarios contagiados en un mismo espacio, así como que el personal pudiera no salir del centro para evitar nuevos casos. H