La pandemia del coronavirus tenía que aguar la celebración del Día de la Virgen. La crisis sanitaria provocada por el SARS-CoV-2 y el estado de alarma en el que se encuentra todo el país ha obligado a suspender al público todas las celebraciones de la festividad de la Patrona de la ciudad de València. El tradicional traslado de la 'Geperudeta' que reúne en los alrededores de la Basílica a miles de fervientes devotos de la Virgen año tras año ha sido una víctima más de la larga lista de cancelaciones de actos públicos que se han sucedido en las últimas semanas.

El Día de la Mare de Déu dels Desemparats debía celebrarse este segundo domingo de mayo de 2020 en la más estricta intimidad y sin público. El templo que acoge a la Virgen tenía que permanecer cerrado al público, tal como marca la normativa del estado de alarma que busca contener la expansión de la pandemia. Sin embargo, y en contra de todo lo previsto, el cardenal y arzobispo de València, Antonio Cañizares, ha decidido a las 11.30 horas de esta mañana abrir las puertas de la Basílica a los fieles para que pudiesen ver a su Patrona.

La noticia no ha tardado en correr como la pólvora y han sido muchos los devotos que, al conocer la apertura del templo, se han adentrado en el mismo. La estampa en el interior de la Basílica permitía ver a personas entrando y saliendo sin ningún tipo de control. Algunos llegaban con mascarillas, pero otros no. Mientras unos ocupaban los asientos del templo, separados con distancia de seguridad, otros permanecían en pie por el lugar, sin distancia de seguridad y vulnerando todas las medidas impuestas por el Gobierno.

Los agentes de la Policía Local de València destinados en la plaza de la Virgen como medida disuasoria para evitar posibles aglomeraciones de fieles, se han percatado de la apertura de las puertas del templo y lo han comunicado a la Delegación del Gobierno. A las 13.11 horas, una patrulla del Cuerpo Nacional de Policía llegaba a la zona.

El concejal de Protección Ciudadana del Ayuntamiento de València, Aarón Cano, ha calificado como una irresponsabilidad la decisión del cardenal Cañizares de abrir el templo a los fieles. Cano, además, ha acusado al arzobispo de la ciudad de "hacer trampa" ya que ha abierto el templo como si fuese un domingo cualquiera cuando no podía hacerlo ni tenía permiso.

Desde la Policía Local de València se está elaborando un informe que se trasladará a la Delegación del Gobierno puesto que "es la Administración central quien debe actuar". El concejal del consistorio valenciano ha recalcado que se trata de una decisión "muy grave".

Sin embargo, desde la Basílica se ha defendido la legalidad de abrir las puertas del templo en horario normal y como cualquier otro domingo. De hecho, afirman que esta tarde volverán a abrir las puertas a los fieles entre las 17 y las 19 horas.