Para algunos la prensa escrita es una herramienta para estar al día; para algunos otros, un entretenimiento; un trabajo para los que normalmente se encuentran dentro de una redacción o en la calle, buscando la noticia --algo casi imposible en estas jornadas de confinamiento domiciliario por el covid-19--; o una distracción para los que obligadamente guardan la cuarentena en sus casas. Para Paco Castell lo es todo.

Por eso, ni siquiera en esta situación de grave crisis por la pandemia de coronavirus, este veterano empresario y enamorado de la comunicación, sobre todo de la que se consume impresa en papel, en negro sobre blanco, deja de velar por cumplir su compromiso con la distribución y la venta de un bien de «primera necesidad», como se especifica en el Real Decreto 463/2020 de estado de alarma.

Toda una vida

«Para mí, lo primero es que el periódico llegue a la gente. Lo mío es pura vocación», confiesa Paco desde su amplia experiencia en el sector. Tiene 86 años cumplidos y desde los ocho se encarga de que la prensa no falte en cada rincón de su ciudad, Vinaròs, donde regenta Els Diaris, un establecimiento de referencia en el Baix Maestrat. «Mi padre quería que heredara su trabajo de capataz de carreteras, pero desde muy pequeño amaba esto de los periódicos. Y hasta hoy», dice.

Como hace 77 años, Paco es ahora uno de los máximos responsables de que Mediterráneo llegue puntual a su destino, a pesar del estado de alarma en el que se halla el país: «Aunque ahora ya he delegado la gestión del establecimiento en las seis empleadas que trabajan aquí —¡ya mandan más que yo!— todavía me encargo de llevar personalmente los periódicos a algunos sitios, como a la Caja Rural. Estos días me dicen que por qué sigo yendo, que no hace falta, que me quede en casa y no me exponga. Pero no me da miedo salir a la calle y siempre les digo lo mismo: el periódico es lo primero. Y es verdad. En estos días de confinamiento Mediterráneo es de las pocas cosas que te distrae, sobre todo a la gente de edad más avanzada, los que no tienen costumbre de estar pegados a una pantalla de móvil o frente a un ordenador».

Embajador de ‘Mediterráneo’

Paco cita a este periódico como sinónimo de prensa escrita. Para él, lo es. «Es el que más se vende, con diferencia, pero es que aparte le guardo un cariño especial. Tengo más de 40 fotos en otros tantos puntos y monumentos del planeta posando con un ejemplar», confiesa este romántico del papel. Tanto él como las seis empleadas que están a cargo de Els Diaris mantienen abierto el negocio mañana y tarde.