La vida ha vuelto al interior de los bares de Castellón en municipios de hasta 10.000 habitantes de poca densidad demográfica. Una novedad de la que disfrutan por adelantado pequeños locales a los que esta flexibilidad les está complicando un poco la vida; mientras que el resto no podrá sumarse hasta la fase 2.

«Podemos abrir ya dentro, con aforo limitado. Pero muchos hosteleros tienen locales pequeños, con pocos trabajadores. La normativa indica que solo pueden entrar al interior vecinos del propio municipio. Nos dicen que pidamos el DNI al entrar y no hay infraestructura para ello», relata Pedro Llavina, de la asociación de hosteleros de la Plana de l’Arc, quien en su negocio ha optado por seguir cerrado hasta la fase 3, el 12 de junio, aunque ya está recibiendo llamadas telefónicas de clientes para reservar.

«Hay quien ha abierto la parte de dentro (al 40% de aforo) y al día siguiente ha cerrado --está permitido desde el viernes pasado--. La terraza (al 50%) es más controlable. Se da la paradoja de que un vecino de Castelló puede ir a Borriol y tomar algo en la terraza de un bar, pero no dentro», indicó al respecto Llavina.

Con todo, la opción de abrir el interior y ganar mesas, aunque todavía sin tener la barra operativa, será algo generalizado dentro de una semana, si la provincia cambia de fase.

El asesor laboral de la asociación Ashocas, Antonio Alegre, coincidió en lo curioso de la normativa. «Es increíble, pero sí. Según el artículo 2.2 del BOE --en esas localidades de hasta 10.000 vecinos--, ahora, puede entrar los empadronados y quien haya permanecido residiendo en los últimos 14 días».

En la línea, desde la patronal Ashotur, su vicepresidente Luis Martí, valoró que la opción de poder abrir ya el interior es «positiva», pero «todavía hay mucha prudencia a la hora de abrir, con las restricciones. El próximo fin de semana se prevé bueno y pensamos que habrá más aperturas de la restauración». Y recordó que desde Ashotur piden que al pasar a la fase 2 se permita la movilidad interprovincial.

En Morella, que cumple los requisitos de población, bares sin terraza han podido abrir. Francisco Ibáñez, gerente del Bar Prats. que ha activado una web de reservas, apuntó: «Se ha notado mucho, ayer fue un día de reencuentro con los parroquianos habituales. No es como antes porque tenemos nuevas medidas de seguridad e higiene, pero significa un avance muy importante».”

El hotel Cardenal Ram también reabre sus puertas y su restaurante ya tiene reservas para el fin de semana. Informa: Javier Ortí. Informa: Javier Ortí

En Peñíscola, Antonio Horche, gerente del restaurante Mandarina, ya tiene operativo el interior y «la respuesta de la clientela ha sido muy buena, muy por encima de nuestras expectativas», valora. Y añade que ha puesto iniciativas en marcha como menús para llevar y el tardeo y mojiteo con dj’s los sábados y domingos tarde. Informa: María José Sánchez.