Será la más atípica que se recuerda, pero no por ello exenta de fervor y sentimiento. La Semana Santa del coronaviru ha obligado a cambiar el escenario de juego y las terrazas han sido estos días improvisadas iglesias en toda la provincia, en las que, a falta de procesiones multitudinarias, la percusión ha rendido el mejor tributo a la tradición religiosa y ha roto el silencio de las calles vacías.

En l’Alcora, la segunda edición desde que la Rompida de la Hora es Patrimonio Inmaterial de la Humanidad no dejó indiferente a nadie y el redoble de bombos y tambores fue el mejor homenaje a la labor incansable que realizan estos días el personal sanitario.

Una familia toca el tambor en una azotea de l'Alcora.

También de homenaje fue la tamborrada de Borriol, municipio en el que estos instrumentos intentaron suplir desde los balcones el vacío de la suspendida representación de Nueva Jerusalén, la Pasión borriolense, lugar desde el que rindieron tributo al fallecido Rafael Lloret, director del drama sacro desde su creación.

Vecinos extienden velas en el balcón de una vivienda de Peñíscola.

En Peñíscola, los vecinos salieron a sus terrazas tanto anoche como el Jueves Santo para acompañar a los músicos con velas y linternas. En Vila-real, la del viernes también fue la segunda tamborrada con las terrazas como animado punto de encuentro, después de la que convocaron el miércoles el Ayuntamiento y la Junta Central de la Semana Santa.

Dos imágenes de Vila-real, donde la devoción inundó las terrazas a ritmo de percusión.

Las terrazas también fueron el epicentro más ruidoso en Burriana, Moncofa, Morella, Canet lo Roig y Benicàssim. En este último municipio, las cofradías del Santo Sepulcro y Nuestro Padre Jesús Nazareno se unieron para que el sonido característico de estos días religiosos también estuviera presente. Vecinos, asociaciones de tambores y bombos y cofradías se evadieron durante unos minutos del confinamiento y dieron rienda suelta a la percusión, ya sea en familia, con amigos o en solitario.

Dos imágenes de Benicàssim, donde la cofradía del Santo Sepulcro y la de Nuestro Padre Jesús Nazareno organizaron tamborradas desde las terrazas.

La asociación de tambores y bombos del Santísimo Cristo de la Agonía, de Moncofa, antes de entrar en acción.

La asociación de bombos y tambores de la Santa Faz, de Burriana, tampoco quiso perderse el evento.

En Morella, las terrazas también fueron el epicentro más ruidoso de la capital de Els Ports.

Un joven toca la trompeta en el balcón de una vivienda de Canet lo Roig.

Desde el Ayuntamiento de l'Alcora han realizado un vídeo con imágenes de la Rompida de la Hora.