Al igual que en la actual crisis del coronavirus, los periódicos de 1918 recogían cada día las informaciones y recomendaciones que daban las autoridades sanitarias. Ahora es el Covid-19 y hace un siglo era la mal llamada gripe española la que segó la vida de unas 50 millones de personas en todo el mundo. Durante tres meses (en la provincia el brote empezó en agosto y se dio por finalizado en noviembre) enfermaron un total de 68.000 personas y fallecieron 2.000. Al igual que ahora, fue un virus importado, y también al igual que ahora en Castellón hubo que suspender fiestas y ferias agrícolas y ganaderas, y el curso escolar empezó unas semanas más tarde en un intento por evitar la propagación de la epidemia.

Ahora es Fernando Simón, responsable del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, el que comparece prácticamente a diario para dar información sobre la evolución de la epidemia, hace cien años en Castellón la voz cantante durante la considerada como la mayor catástrofe del siglo XX la llevó el doctor José Clará.

Natural de Torreblanca, Clará era el inspector provincial de Sanidad y, puntualmente, iba transmitiendo a los periodistas cómo evolucionaba la enfermedad en la provincia (el médico visitó todos los pueblos afectados) y cuáles debían ser los pasos a seguir por la población con tal de evitar nuevos contagios. El que fuera también director del Hospital Provincial (durante la epidemia de 1918 el centro de mando en la provincia estuvo en este centro sanitario), insistió en varias ocasiones en la necesidad de evitar darse la mano al saludar y en extremar las medidas de higiene.

Además de las noticias que llegaban por parte de las autoridades sanitarias (nada que ver con el aluvión de información de ahora) en los periódicos aparecían anuncios en los que se publicitaban medicamentos para combatir la gripe española. Uno de los que más éxito tuvo fue Depurasa, un fármaco que se vendía en las farmacias de Castellón y que costaba 3,50 pesetas. Después llegaron unas pastillas denominadas Monserrat, que prometían aliviar la tos consecuencia de la gripe.