No dan abasto. Y eso que trabajan a destajo. Las gestorías y asesorías fiscales y laborales y los economistas de Castellón están desbordadas, con una carga de tareas que muchos profesionales califican de bestial. «Es una locura total. Entre los ERTE, la tramitación del cese de actividad de decenas de autónomos y la declaración trimestral de impuestos como el IVA no paramos ni un segundo», describe Pascual Traver, asesor fiscal y laboral y con despacho en el centro de Castelló.

Desde que empezó la crisis, por los despachos de Castellón han pasado miles de expedientes, la mayoría ERTE. «Durante este último mes hemos presentado en la asesoría 45 ERTE, hemos tramitado 214 prestaciones por desempleo, hemos solicitado casi 150 solicitudes de prestación extraordinaria para autónomos y más de 90 ayudas de la Generalitat para a este mismo colectivo. Y todo eso sin contar las decenas de llamadas y email atendidas, las ayudas a inquilinos para renegociar alquileres, la preparación de planes de financiación ante posiblesescenarios de falta de liquidez...», enumera Miguel Querol, socio director de Querol Assesors, con sede en Morella, y donde la mayoría de la plantilla teletrabaja desde el 16 de marzo.

CADA DÍA UN DECRETO

Luis Chinchilla, presidente de la Asociación de Asesores Fiscales de Castellón (aglutina a un centenar de despachos en la provincia), asegura que abril ya es de por sí un mes cargante para el colectivo. Pero este se esta llevando la palma. «Hay que presentar el IVA del primer trimestre, el pago a cuenta del impuesto de Sociedades y día sí y día también sale un real decreto que hay que analizar muy bien», explica. El último, el retraso al 20 de mayo de la presentación del IVA, algo que el Gobierno anunció ayer mismo. «El problema es que esa medida se ha aprobado a tan solo 5 días de que acabe el plazo ordinario y seguramente nos generará todavía más incógnitas», insiste.