Recordar el espíritu altruista de les Calderes y premiar el sufrimiento del colectivo más vulnerable durante la pandemia. El Ayuntamiento de Almassora y la Junta Local de Fiestas han acordado que el equipo de cocina guisará un par de calderas como gesto simbólico el 22 de mayo, día grande de las fiestas de Santa Quitèria, para repartir raciones de arroz en las dos residencias y en las casas de las personas beneficiarias de los distintos programas de atención a mayores.

Según la concejala de Fiestas, Isladis Falcó, la suspensión de los festejos privará a la localidad de disfrutar de «la celebración más importante de la semana grande», pero defiende que, con esta iniciativa, buscan que «ese gesto de solidaridad que siempre han simbolizado les Calderes llegue en esta ocasión al colectivo que más está sufriendo la pandemia: las personas mayores».

Así, el consistorio entregará a domicilio las populares cassoletes de barro a quienes habitualmente utilizan el servicio de teleayuda (136 personas), Menjar a Casa (10), Major a Casa (9), la prestación de asistencia domiciliaria por dependencia (13) o el de asistencia domiciliaria municipal (14). También recibirán su ración de arroz las 15 usuarios del centro de día, lo que ascenderá a un total de 197 beneficiarios, además de los internos en la residencia municipal y Santa María Rosa Molas.

El equipo de cocineros, más reducido que habitualmente por tratarse de un número muy escaso de cazuelas, llevará adelante los platos a puerta cerrada en el almacén municipal en un día del todo atípico para Almassora.

El PP quiere reconocer la labor de los sanitarios

Paralelamente, el grupo municipal del PP propone conceder la Caldera de Honor de este año a los sanitarios de la localidad, para que el máximo reconocimiento que Almassora otorga en sus fiestas patronales vaya dirigido «a quienes están salvando vidas y evitando contagios» en esta crisis.