El mercado ambulante de productos alimentarios y de primera necesidad en Vila-real arrancó este sábado con 25 paradas en el aparcamiento frente a los juzgados. Los vendedores de frutas y verduras, que hasta ahora tenían sus puestos en la oferta de los miércoles, jueves y sábados, y que de forma provisional concentrarán su venta en la jornada sabatina, se adaptaron a la nueva ubicación para mantener su actividad, cara a poder abastecer a la ciudadanía de productos frescos y de proximidad, con las condiciones de seguridad e higiene marcadas por la Conselleria de Sanidad y Salud Pública.

Desde el consistorio destacan que este recinto permite controlar la afluencia --hubo momentos de cola para poder acceder--, la separación de los establecimientos y la distancia social, que son las directrices que fija el Consell para la apertura de estos mercados durante el estado de alarma.

«Al ser un espacio amplio, con un aforo para 250 personas, permite controlar las entradas y salidas y asegurar que se cumplen perfectamente con las distancias de seguridad», explica el concejal de Economía, Xus Madrigal, que destaca «el civismo, la responsabilidad y la comprensión que han demostrado los vecinos, adaptándose, con toda la naturalidad posible, a la situación actual a la hora de realizar sus compras».

Madrigal insiste en que «el éxito de este tipo de medidas depende de la responsabilidad de la gente», e insta a que este comportamiento se dé en otras actividades de la vida pública encaminadas a la «nueva normalidad».