La celebración del Corpus Christi este fin de semana en la provincia también se vio afectada por el covid-19. Aforos limitados y procesiones claustrales fueron la tónica general, con rezos para pedir el fin de la pandemia, recuerdo a las víctimas y la esperanza de volver a la normalidad en el 2021. En Vila-real, el acto central tuvo lugar ayer por la tarde en la iglesia arciprestal, con una misa seguida de un recorrido interior y la bendición del Santísimo en la placeta de la puerta principal del templo.

Una eucaristía centró la festividad en Morella, que atesora 662 ediciones, lo que le sitúa como uno de los Corpus más antiguos de la Comunitat junto al de València. Seguidamente, los feligreses y la corporación municipal acompañaron a la sagrada forma, guardando la distancia de seguridad, en un breve recorrido por el interior de la basílica. Y, seguidamente, en el exterior del templo, mosén José Ángel Pitarch expuso al Santísimo en una mesa situada en la Puerta de los Apóstoles.

En el caso de Almassora, la parroquia de la Natividad albergó este acto religioso oficiado por Juan Ángel Tapiador al que acudieron la alcaldesa, Merche Galí y la edila de Fiestas, Isladis Falcó.

La iglesia Nuestra Señora de la Asunción de l’Alcora acogió esta festividad en una solemne misa oficiada por mosén Juan Vicente Vaquerizo, quien portó la custodia por el templo hasta la puerta principal, sin salir del recinto.

El cura de Moncofa, Jesús Vilar, ofició la celebración en el interior del templo parroquial en honor a Santa María Magdalena. El religioso portó en sus manos el Santísimo Corpus Christi hasta la puerta de la iglesia, desde donde bendijo a la población. Informan Javier Ortí, Javier Nomdedeu y Miquel Àngel Sánchez.