Desde el jueves de la pasada semana los jugadores del Villarreal perdieron el contacto físico con su cuerpo técnico para iniciar un confinamiento en sus respectivos domicilios al que están escrupulosamente obligados por el club. Desde entonces, los componentes de la plantilla grogueta están pendientes de sus móviles o de sus tablets, esperando las recomendaciones coordinadas por el preparador físico del Submarino, el nulense José Romero. El Villarreal, como muchísimos españoles en estos días inciertos, también teletrabaja.

En estos momentos es complicado determinar hasta cuándo se deberán ejercitar en su casa los futbolistas, por regla general bien surtidos de material para poder desarrollar el trabajo físico con normalidad. Los 15 días de cierre de la Ciudad Deportiva que la entidad amarilla anunció el pasado lunes podrían prorrogarse hasta fecha indefinida, sin que los jugadores puedan ejercitarse al aire libre, su hábitat natural.

Los hombres de Calleja ya han dejado pistas en las últimas horas de sus rutinas de entrenamiento entre cuatro paredes, con la bicicleta estática como herramienta más común para mantener el fondo físico. El colombiano Carlos Bacca y el guardameta Sergio Asenjo han sido de los primeros en exteriorizar una curiosa situación, inédita para todos aquellos que forman parte del entorno de un equipo de fútbol profesional. Con la crisis sanitaria del coronavirus, el calendario de partidos y de entrenamientos, estudiado al milímetro desde el final de la pasada campaña, ya no sirve. Las pautas de trabajo previstas se han quedado en papel mojado.

RIESGO DE LESIONES

Para todos, incluidos dirigentes de clubs y aficionados, un parón tan prolongado en medio de la competición es totalmente novedoso. Esa ausencia de precedentes implica que apenas exista literatura científica sobre las estrategias a seguir. Ni para expertos ni para neófitos. Solo está contrastado en la bibliografía que hay un riesgo de aumento de lesiones entre las cuatro y las seis semanas desde que se reanuden los entrenamientos normales, fecha que todavía nadie puede fijar.

El Villarreal, como el resto de equipos de la Liga, se debe ceñir en estos momentos a las únicas recomendaciones que pueden recetar los técnicos: una pauta de trabajo con ejercicios que consoliden la fuerza y la resistencia. Una minipretemporada en medio de una temporada.