Las cifras reflejan el drama vivido en residencias de mayores de la provincia durante la pandemia. Según datos de la Conselleria de Sanidad, más de la mitad de los 216 fallecidos en Castellón son residentes. En concreto, 110 usuarios de estos centros han perecido víctimas del coronavirus en los últimos tres meses, lo que constata que son el colectivo más vulnerable frente al virus.

A pesar de que la Conselleria ya facilita los datos de contagios y muertes por municipios todavía declina hacerlo por residencias. El foco, en Castellón, está localizado en ocho centros, que son los que siguen bajo vigilancia sanitaria al haber registrado un brote mortal. Además, en municipios como Morella, Villahermosa o Vila-real las cifras referidas a decesos se concentran en sus residencias de mayores.

Por ejemplo, los 23 fallecidos en Morella eran usuarios del geriátrico San Juan Bautista, al igual que los 13 registrados en Villahermosa. De igual modo, el grueso de las 40 muertes contabilizadas en Vila-real durante la pandemia han afectado a la residencia Virgen de Gracia.

Fiscalía

Estos tres centros, junto a la residencia Castalia en Castelló, situada delante del Hospital General, con una decena de fallecidos, están siendo vigiladas de cerca por la Fiscalía que ha abierto diligencias preprocesales para averiguar si pudo haber algún tipo de negligencia a la hora de atender a los mayores.

También ha habido residentes que han perecido en Burriana, Montán o Segorbe, entre otras localidades de la provincia.

Actualmente, en toda la Comunitat hay casos positivos en 74 centros, 28 de ellas se encuentran bajo vigilancia de la Conselleria de Sanidad.

Petición de visitas

Ahora, en plena fase dos, las residencias libres de coronavirus han retomado con cita previa y múltiples medidas de seguridad las visitas de familiares. «El lunes se publicó el protocolo a seguir y el mismo lunes entró en vigor, lo que ha sido muy precipitado, deberían haberlo sacado con unos días de antelación para que los centros se preparasen», explica el presidente de la Asociación Empresarial de Residencias y Servicios a Personas Dependientes de la Comunitat (Aerte), José María Toro.

«Como es normal las residencias están recibiendo multitud de llamadas de los familiares que quieren ir a ver a los suyos, después de tres meses sin visitas, pero hay que organizarlas según las medidas de seguridad estipuladas por la normativa», indicó el presidente de Aerte.

Gestión

La gravedad de la pandemia en las residencias de mayores ha vuelto a poner encima de la mesa el debate sobre la gestión de estos centros que son competencia directa de la Conselleria que dirige la vicepresidenta, Mónica Oltra, quien, hasta el momento evita la autocrítica y pospone el análisis de la situación y posibles medidas correctoras a una vez pase la crisis sanitaria. El actual modelo se basa en la concertación de plazas ante la falta de nuevos centros públicos para atender a los mayores, especialmente, dependientes.