El Ayuntamiento de Vila-real cerrará un acuerdo de colaboración con la Cátedra del Deporte de la Universitat Politècnica de València para que esta certifique, a través de un procedimiento de auditoría, la reapertura de las instalaciones deportivas con total garantía de cumplimiento de la normativa de prevención dictada a causa del covid-19.

El alcalde, José Benlloch, mantuvo ayer una reunión con el concejal del área, Javier Serralvo, y el jefe del Servei Municipal d’Esports (SME), José Ramón Cantavella, para concretar esta colaboración, «que refuerza la apuesta de Vila-real por la innovación y el conocimiento para el desarrollo de su marca de Ciudad de la Salud y el Deporte», aseguraron.

«Nuestra ciudad opta por un modelo de desescalada administrativa lenta, prudente y responsable para contar con todas las garantías. Esta cooperación con la Universitat Politècnica de València nos permitirá, en el momento en que se produzca la reapertura de instalaciones deportivas, disponer de una certificación oficial de la correcta aplicación de la normativa y los protocolos adecuados para la seguridad y la salud de las personas, que es lo más importante», explicó Benlloch.

Por su parte, el edil Serralvo hizo hincapié en que este proceso de auditoría y verificación de las instalaciones deportivas de carácter público municipal «permitirá avalar que todas las medidas de prevención que se adopten cumplen con las diferentes normativas en todo momento, conforme a que estas normas también se vayan modificando y adaptando a la situación de la pandemia».

FORMACION TÉCNICA // Entretanto, Cantavella informó de que tres técnicos del Servei Municipal d’Esports se formarán como auditores internos para realizar la evaluación de piscinas, campos deportivos de gran tamaño al aire libre y polideportivos.

De esta forma, cada uno de estos funcionarios será responsable de una de las tres áreas y, en base a la planificación de medidas que la universidad establecerá para cada una de las instalaciones, «se encargarán de remitir informes gráficos de la aplicación de estas normas». «Si está todo correcto, en 24 horas dispondremos de una certificación provisional y, después, los responsables realizarán una revisión in situ para aprobar la definitiva», añadió.

El jefe del SME matizó que estas certificaciones «irán realizándose a medida que se produzcan cambios en la normativa y sea necesario modificar las acciones de prevención». Y añadió: «El fin es garantizar una total seguridad para que la ciudadanía tenga confianza a la hora de volver a utilizar los espacios deportivos».