La vida siguen abriéndose paso y profesionales como ginecólogos, pediatras o matronas continúan al pie del cañón. Es el caso de la doctora Teresa Aznar, especialista en Ginecología y Obstetricia de la clínica Gynenova de Castelló. «Pese a la situación de crisis sanitaria, los partos han seguido siendo cercanos, protegidos y especialmente humanizados. Además se ha mantenido el servicio de anestesia peridural tan necesaria en la mayoría de los partos», explica.

Los hospitales se han tenido que adaptar en tiempo récord a la nueva situación han trabajado conjuntamente para evitar los contagios. ¿Cómo lo ha hecho? Habilitando plantas especiales para las embarazadas y teniendo el menor personal posible en las salas de parto. «Ha sido fundamental limitar el número de personas que acompañan a la paciente y en las cesáreas hemos considerado mejor que la pareja no esté presente, aunque hemos permitido el acompañamiento en el proceso de parto y su finalización», describe la doctora Aznar, quien asegura también que las pacientes desean ser dadas de alta tempranamente por el miedo al contagio y que se les ayuda de manera ambulatoria durante el puerperio y el periodo de lactancia.

Un embarazo diferente

Parir es el esfuerzo psicológico y físico más fuerte que una mujer puede acometer en su vida y el embarazo es una carrera de obstáculos en la que se mezcla el miedo y las emociones. A parte iguales. «Las mujeres que siguen ahora con su embarazo tienen además la preocupación de contagiarse ellas o sus bebés y la incertidumbre de no saber qué consecuencias puede tener», argumenta la ginecóloga. «El miedo a acudir al hospital por la crisis sanitaria del coronavirus, el parto, el no saber si les va a poder acompañar su pareja o familiares les crea mucha angustia, agravado todo ello por el confinamiento». Y el desasosiego es todavía mayor en el caso de las madres primigestas, «que desean tener en brazos a su recién nacido y si puede ser tras un parto humanizado, es una dulce espera que se vive con ilusión empañada ahora por el miedo y muchos más nervios», señala.

Y los profesionales tratan de calmar esos nervios. «Les vamos dando las indicaciones en todo momento y, sobre todo, les transmitimos calma y prudencia, porque aunque hacen falta más estudios, deben de saber que no existe evidencia de transmisión vertical (contagio intrauterino) del SARS-CoV-2, pero podría ser probable según el ultimo protocolo actualizado de Royal College of Obstetricians & Gynaecologists». No obstante, acaba la doctora Aznar, el riesgo absoluto es muy bajo.