Dorna Sports, la compañía dirigida por Carmelo Ezpeleta, el dirigente deportivo que está tomando las decisiones más acertadas del planeta deportivo, siempre en compañía y colaboración de la Federación Internacional de Motociclismo (FIM), las grandes fábricas que participan en el Mundial de motociclismo, las escuderías (IRTA), organizadores, promotores y pilotos, ha anunciado que, pese a los rumores que han lanzado algunos sobre la posibilidad de que este año no exista campeonato, “los grandes premios siguen siendo la principal prioridad del 2020” y que la anulación del campeonato solo se pensaría como “último recurso”.

Ocho carreras aplazadas

Es verdad que el Mundial ha tenido que suspender y/o aplazar las ocho grandes carreras que forman casi la mitad del campeonato: Qatar, Tailandia, EEUU, Argentina, Jerez, Le Mans, Mugello y Barcelona. Es verdad que existe aún una enorme incertidumbre sobre dónde y cómo podrá iniciarse el campeonato. La próxima cita sería, en principio, Alemania, en el precioso circuito de Sachsenring, donde el campeonísimo Marc Márquez (Honda) estableció, el pasado curso, un auténtico récord mundial al convertirse en el único piloto de la historia que ha ganado 10 veces seguidas en un mismo trazado.

Pero también es verdad que tanto la FIM como Dorna como IRTA están peleando por crear un ambiente lo suficientemente positivo y seguro como para que el Mundial empiece a andar cuando se den las condiciones. Es evidente que, por ejemplo, algo que, en principio, no se planteaba (correr a puerta cerrada) se está revisando en estos momentos. E, incluso, la posibilidad de hacer menos de las 13 carreras obligadas por reglamento y contrato entre FIM y Dorna para que pueda considerarse auténtico Mundial.

Un Mundial más reducido

Pero, por ejemplo, el italiano Paolo Ciabatti, director deportivo de Ducati Corse y uno de los profesionales más influyentes del ‘paddock’ de MotoGP, comentó recientemente en ‘Il Corriere della Sera’ que “los equipos y constructores estamos preparando una propuesta de trabajo para presentarse a Ezpeleta en la que defenderíamos la posibilidad de hacer 10 carreras en cinco semanas, corriendo dos grandes premios en cada uno de los circuitos escogidos, tal vez, todos europeos, cercanos para que no hubiese problemas de desplazaiento, fronteras y demás, y todo fuese mucho más fácil de organizar”.

Es posible, sí, que un tipo de torneo o campeonato así no tuviese la consideración de oficial, pero sí serviría para volver a competir, para que los pilotos se sintiesen atletas y para que las fábricas pudiesen, de alguna manera, sacar partido a todo lo investigado y puesto en marcha durante meses. O podría ser, sin duda, un Mundial oficioso y no oficial. O que puntuase solo para los pilotos, pero no para los constructores.

La unión hace la fuerza

“Es evidente”, ha comentado a 'GPone.com' el también italiano Fausto Gresini, propietario de un gran equipo de Moto3 y MotoGP, “que aún estamos lejos de la normalidad y que nuestro campeonato necesita de seguridad para poder salir a escena, pero de lo que no hay duda es de que, a través de Carmelo Ezpeleta, todos estamos muy unidos, continuamente en contacto y buscando la mejor solución para cuando las autoridades gubernamentales, de cada país que visitamos y, sobre todo, la Organización Mundial de la Salud, de quien dependemos todos, nos de el OK”.