La crisis sanitaria internacional del coronavirus ha hecho caer, de un día para otro, un 70% la demanda de productos cerámicos, motor del empleo de Castellón. La patronal Ascer ha avisado esta semana que esto es «solo el principio» y su secretario general, Alberto Echavarría, cuenta al periódico Mediterráneo sus impresiones.

--¿Cómo es de seria esta crisis?

--Se trata de la mayor caída histórica de pedidos que Ascer tiene registrado, y prevemos que no sea algo puntual de un mes si no que la atonía de la demanda se prolongue. Es difícil realizar pronósticos puesto que nos encontramos ante una situación desconocida y de alcance mundial. Es una crisis muy grave, de calado estructural, que va a tener consecuencias para el tejido empresarial y social muy importantes.

--¿En cuánto se cuantifican las medidas de liquidez que reclaman? ¿Tienen respuesta?

--La primera línea de avales de 20.000 millones facilitada por el Gobierno se ha agotado y la segunda no contempla a las grandes empresas. Si nos fijamos en países de nuestro entorno como Italia o Alemania, las inyecciones de liquidez han sido mucho mayores y más ágiles. Se trata más de asegurar la liquidez de las empresas en el corto plazo para atravesar la crisis que de prometer ayudas cuando pase. Para entonces es posible que algunas empresas no lo necesiten porque habrán cerrado. Desde el sector reclamamos medidas inmediatas, como ventajas fiscales que incluyan el aplazamiento de pagos tributarios a todos los niveles; y en sectores exportadores, como el nuestro, el adelanto del pago de las devoluciones de IVA.

--¿Qué países están ayudando a sostener la poca demanda que pueda existir en la actualidad?

--Esta crisis está evolucionando rápidamente de este a oeste. Los mercados que más tarde han acusado el golpe están ahora en su peor momento. Así, mientras que la caída de la demanda de buena parte de la UE, Reino Unido y Estados Unidos no era tan acusada, en otros mercados se cerró por completo el canal. Ahora estos están cerrados, como España, que representa el 25% de nuestras ventas, o la UE, destino del 43%. EEUU, cada vez más afectado, supone el 11%. Con este escenario se espera que el sector atraviese por sus peores meses.

--¿Para cuándo se normalizará al 100% el empleo y la actividad del sector, previo al covid-19?

--No quiero ser pesimista, pero sí hay que hacer un ejercicio de realismo. Ahora mismo no tenemos ninguna certeza de cómo va a evolucionar el mercado y la situación no es nada buena. Pasado el estado de alarma en España, habrá que ver qué sucede en el resto de países y cómo nuestro sector, eminentemente exportador, vuelve a sus rutinas sin poder viajar, asistir a ferias, etc. Por otro lado, en cuanto el sector en su conjunto eche a andar habrá que evaluar cómo evoluciona la demanda. Lo que es evidente es que cada empresa se tendrá que ajustar a los pedidos y eso incluye su producción y su plantilla.

--¿Qué peticiones concretas han trasladado ya o van a transmitir a la Generalitat y el Gobierno?

--Nuestra petición más urgente es la inyección de liquidez para evitar que las tensiones de tesorería se lleven por delante a las empresas. Para hacer frente a esta situación es necesario establecer más mecanismos económicos y financieros que permitan hacer frente al pago de los salarios, ERTEs y todas las obligaciones corrientes como tributos, etc. Ahora es el momento de mostrar un decidido apoyo a la industria, fijando marcos estables y ventajosos para que la industria española sea competitiva en los mercados.

Con esta crisis sanitaria hemos visto cómo el mayor sector económico de España --el turismo-- se paraliza y cómo es la industria la que ha sabido reconvertirse y la que tirará de la economía en los próximos meses. Es importante llegar a ese 20% del PIB, y más que nunca que se apoye la reindustrialización de España.

--¿Qué mercado puede invitar al optimismo en cuanto a que por su actividad, proyectos de construcción… pueda precisar productos cerámicos?

--Antes de la pandemia nuestras esperanzas estaban puestas en la UE y el mercado estadounidense que estaba creciendo a muy buen ritmo y con buenas expectativas. Ahora es toda una incógnita.

--¿Desde el sector sanitario podría haber más demanda de cerámica con propiedades especiales como la autolimpieza?

--El sector sanitario necesita unas condiciones de asepsia que solo son posibles con determinados materiales, entre ellos, la cerámica. Sin embargo, aunque ya se están aplicando esmaltes con propiedades bactericidas, los virus son organismos mucho más pequeños y simples y habría que investigar sobre cómo inhabilitar su capacidad de contagio. En cualquier caso, no cabe duda que apostar por cerámica en estos momentos es una garantía, no solo por las condiciones inherentes de higiene sino por su resistencia a los productos de limpieza y mantenimiento.

--¿Y la cogeneración dónde queda con la crisis del coronavirus?

--La cogeneración es una herramienta que nos aporta competitividad a las industrias gasintensivas y grandes consumidoras de energía. Ahora es más vital que nunca priorizar las medidas regulatorias que darán seguridad y confianza a la cogeneración y a las necesidades productivas.

--Que el covid-19 toque también la producción de un competidor como Italia, ¿cómo afecta?

--Como venimos diciendo hace tiempo, el que nuestro principal competidor pase una situación complicada no es positivo, nos afecta más que nos beneficia. Italia y España colaboramos en infinidad de iniciativas y vamos de la mano. De hecho, somos los mayores representantes y defensores de la cerámica made in EU.

--¿Algún plan pospandemia para relanzar el ‘Tile of Spain’?

--Desde Ascer seguiremos trabajando para prestigiar el material y posicionar la marca Tile of Spain entre mercados y prescriptores. Teníamos ya en marcha una segunda fase de la campaña de comunicación La cerámica. Una elección segura --a nivel europeo y en colaboración con nuestros colegas italianos-- y que pensamos que llega en un momento muy propicio para que nuestros mensajes de los beneficios que tiene la cerámica frente a otros materiales menos higiénicos y seguros cale en los consumidores.