El Gobierno español regulará la entrada en su territorio de ciudadanos de terceros países que comiencen a llegar a nuestro país a medida que las compañías aéreas vayan reanudando sus vuelos a destinos españoles, como ha anunciado Luftansa que se dispone hacer con sus vuelos a Mallorca a partir de junio.

En la actualidad no existe ninguna prohibición para la llegada de vuelos a España, más allá de la que se decidió para aquellos procedentes de Italia. Fueron las compañías aéreas las que por iniciativa propia suspendieron sus vuelos a España y el Gobierno asume que, a medida que España vaya avanzando en el control de la epidemia de coronavirus, aumente progresivamente el atractivo de nuestro país como destino turístico.

El Ejecutivo asume por tanto que tendrá que regular cómo acoge a ciudadanos de terceros países cuando comiencen a llegar a medida que las compañías aéreas retomen sus vuelos a España y apunta a una orden al respecto en el Boletín Oficial del Estado (BOE) en los próximos días, informan fuentes gubernamentales. Todo con el objetivo último de proteger a la población nacional de posibles contagios llegados de fuera de nuestro país.

Evitar casos importados

El ministro de Sanidad, Salvador Illa, ya se mostró partidario en su última comparecencia semanal en el Congreso de los Diputados de "tomar medidas" para impedir la entrada en España de "casos importados" que pudiesen "poner en peligro" los logros alcanzados en el control de la epidemia, una vez que se reabran las fronteras terrestres --que sí están cerradas-- y España vuelva a ser un destino atractivo para el turista extranjero, informa Ep.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha reconocido este sábado en rueda de prensa que se está trabajando a nivel europeo en la reactivación del turismo y la apertura de las rutas aéreas con el objetivo de dar una respuesta conjunta ante la crisis del coronavirus. "Estamos trabajando a nivel europeo a ver de qué manera podemos, salvaguardando la salud pública, empezar a reabrir en la medida de nuestras posibilidades las rutas aéreas con precaución, prudencia y, lógicamente, al amparo de una respuesta europea", ha remarcado.

Desde el Ejecutivo ya han reiterado en otras ocasiones que el tema de la aviación se trata de un caso "claramente europeo", ya que depende de las situaciones sanitarias del resto de países, por lo que es necesario un marco normativo que establezca condiciones para todos.

No obstante, tanto el ministro de Sanidad, Salvador Illa, como el ministro de Transportes, José Luis Ábalos, han apuntado en sus comparecencias públicas que España tomará "las decisiones que tenga que adoptar" si finalmente no se consigue un acuerdo a nivel europeo de movilidad aérea que garantice la seguridad sanitaria ante la crisis del coronavirus. En este sentido, Ábalos avisó de que España adoptaría "sus propias condiciones" en cuanto a conectividad aérea si la Unión Europea no regula "con prontitud" en esta materia.