La Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) propone introducir un recargo extraordinario en el IRPF de manera temporal y hasta que se consigan equilibrar las cuentas públicas, después de que la crisis del coronavirus vaya a disparar el déficit público por encima del 10% del PIB según las estimaciones de distintos organismos.

Así se desprende del informe de la Comisión de medidas tributarias del Grupo de Trabajo Mixto Covid-19 (GTMC) de Fedea, coordinada por Julio López Laborda y Jorge Onrubia. En las medidas de carácter temporal o transitorio que propone el documento, los autores proponen el uso de los "coronatributos" con el fin de ayudar a financiar de una forma "equitativa" los gastos extraordinarios generados por la pandemia, incluyendo las "necesarias medidas" de protección social y reactivación.

En el segundo grupo se incluirían medidas de carácter estructural y permanente, dirigidas a conseguir un saneamiento estable y duradero de las finanzas públicas y a sentar las bases de un crecimiento "sólido e integrador". Asimismo, Fedea indica que ambos tipos de medidas han de plantearse en combinación con iniciativas de "racionalización del gasto público".

En relación con el primer bloque, los expertos considera que el "coronatributo más justo y más sencillo" sería un recargo extraordinario en el IRPF, que estaría vigente durante un período limitado hasta alcanzar un cierto equilibrio en las finanzas públicas. Este recargo podría articularse de forma similar a las tarifas complementarias aplicadas entre 2012 y 2014, aunque Fedea advierte de que su fecha de introducción debería estudiarse "con cuidado" para evitar frenar el inicio de la recuperación económica.

Reforma integral del sistema

En cuanto a las medidas estructurales y más a largo plazo, su objetivo sería equilibrar del modo "más eficiente posible" la brecha estructural entre ingresos y gastos públicos, que los autores cifran en 35.000 millones de euros con datos de 2019. Para ello, proponen una "reforma integral del sistema fiscal", que se diseñe "cuanto antes" y que debería ser fruto "de un amplio pacto entre las fuerzas políticas y los agentes sociales". "Si fuera preciso, su entrada en vigor podría ser gradual, según las exigencias que puedan derivarse del desempeño de las variables macroeconómicas", subraya el documento.

En concreto, Fedea propone evaluar "de forma exhaustiva" y con criterios de "eficiencia y efectividad" todos los beneficios fiscales (exenciones, reducciones, deducciones, bonificaciones, tipos reducidos, etc.) que reducen el gravamen efectivo de los principales impuestos, como el IRPF, IVA e Impuesto sobre Sociedades. "La eliminación de algunos de estos beneficios podría generar un volumen importante de ingresos y contribuir a reducir las ineficiencias asociadas con esos impuestos", destaca el documento. Asimismo, Fedea asegura que también puede ser un "buen momento" para eliminar el régimen de estimación objetiva (conocido como tributación en módulos) de los rendimientos de actividades económicas en el IRPF y, en paralelo, el régimen simplificado del IVA, por lo que tributan muchos autónomos.

Impuesto de sociedades

Igualmente, también pide aproximar "lo más posible" el Impuesto sobre Sociedades a un impuesto neutral, que no distorsione las decisiones de inversión, financiación y organización empresarial, correctamente integrado con el IRPF y con un reparto equitativo de su recaudación entre países en el caso de las empresas multinacionales.

Fedea también apuesta por abordar una "reforma integral" de la tributación del capital que contemple conjuntamente su gravamen en el IRPF y en el Impuesto sobre el Patrimonio, para asegurar su neutralidad entre activos, evitar que pueda ser confiscatoria y situarla en línea con la tributación del capital en los países del entorno. "Resulta igualmente ineludible la reforma del Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones", subraya Fedea, que aboga también por aproximar los tipos de gravamen sobre bebidas alcohólicas, labores del tabaco y combustibles fósiles a los establecidos en los principales países de la Unión Europea.

En la misma línea, pide aprovechar el recorrido que todavía tienen los impuestos medioambientales, aumentar los ingresos públicos basados en el principio de beneficio (tasas, precios públicos, copagos, etc.) y continuar reforzando la lucha contra la economía sumergida, la evasión y la elusión fiscal. Por último, Fedea apuesta por que las reformas tributarias se lleven a cabo en coordinación con las comunidades autónomas y ayuntamientos, dado que la reforma fiscal también debería contemplar la revisión de las figuras que integran la tributación local.