El fondo creado por la Diócesis Segorbe-Castellón ante el covid-19 ha recibido durante la primera semana 50.000 euros aportados por particulares y entidades privadas. Muchas entidades diocesanas han colaborado con donativos a través de las cuentas bancarias habilitadas.

Con todo, el aumento de las peticiones de ayuda que llegan a las Cáritas diocesana y parroquiales muestra la envergadura de necesidades a las que se tendrá que dar respuesta.

Sergio Mendoza, delegado episcopal de Cáritas, ha advertido en un comunicado que en los próximos meses quedarán en evidencia los "efectos profundos" de la pandemia.

Así lo ha confirmado Carmen Miralles, directora de Cáritas Interparroquial de Vila-real, donde en pocas semanas han cuadriplicado el número de familias atendidas.

Cada semana reparten 1.500 menús gracias a la colaboración del Villarreal CF y la Fundación Carlos Bacca. Y es que, entre los solicitantes de ayuda los voluntarios están encontrando muchos antiguos participantes que ya se habían reintegrado en una vida normalizada, pero que ahora se han vuelto a encontrar en una situación de precariedad. También llegan nuevos usuarios que nunca habían necesitado el apoyo de la entidad.

Además de las aportaciones económicas al fondo diocesano, en el último mes Cáritas también ha recibido donativos en especies por valor de 18.000 euros. Varias empresas han aportado envases para llevar la comida, ropa de cama, prendas de vestir, café, alcachofas, desodorantes, jabones o yogures.

El fondo diocesano ante el covid-19 se abrió con una aportación inicial de 160.000 euros provenientes de la Diócesis de Segorbe-Castellón -50.000 euros-, Cáritas Diocesana -43.000 euros- y de la campaña 'Ante el coronavirus, dona. Cada gesto cuenta" -67.000 euros-.