El Gobierno francés ha endurecido ligeramente las condiciones del confinamiento decretado el pasado 17 de marzo para frenar el avance del coronavirus y a partir de este martes estarán prohibidos todos los mercados de alimentación al aire libre salvo que la prefectura los autorice expresamente a petición de los ayuntamientos. En localidades pequeñas o determinados barrios este tipo de mercado es a veces el único medio de tener productos frescos, así que podrían abrir si logran el permiso.

Tampoco será posible salir a correr lejos de casa ni durante el tiempo que uno quiera. El primer ministro, Edouard Philippe, dejó claro este lunes durante su intervención en el informativo de TF1 que los desplazamientos para hacer algo de deporte o pasear con los niños tendrán que hacerse en un radio de 1 kilómetro en torno al domicilio. Además se permitirá únicamente correr solo y una vez al día. En el certificado justificando el desplazamiento deberá figurar la hora de salida de casa.

CONTROL ESTRICTO

Para evitar que algunos ciudadanos se tomen el confinamiento a la ligera y no respeten las consignas, el Ejecutivo aumenta la sanciones. La multa de 135 euros por infringir las normas pasa a 1.500 euros si se reincide en los próximos 15 días. De violar las reglas en un mes, el castigo puede llegar a los 3.700 euros de multa y seis meses de cárcel. La policía ha notificado 90.000 infracciones de los más de 1,8 millones de controles realizados en una semana.

Las salidas para acudir a una cita médica se mirarán con lupa y solo estarán permitidas cuando se trate de casos urgentes o respondan a una cita programada con antelación, como los pacientes que acuden a diálisis, por ejemplo. Lo que ha descartado Philippe es instaurar un toque de queda generalizado en el país siguiendo el ejemplo de ciudades como Niza, Montpellier o Perpignà.

Las restricciones anunciadas este lunes obedecen a la presión creciente del personal sanitario, desbordado ante el flujo constante de pacientes. Según el último balance, Francia tiene 2.082 personas en cuidados intensivos y cuenta ya 860 muertos.

Según un sondeo de Ifop, el 87% de los franceses son partidarios de medidas más estrictas para luchar contra el coronavirus. Igual que los médicos, decepcionados tras la intervención del primer ministro.

CRÍTICAS DE LOS MÉDICOS

El Gobierno no va lo suficientemente lejos. Solo precisa ciertos términos del confinamiento y no de forma drástica, sobre todo en las actividades en el exterior y los mercados, se lamenta el presidente del Sindicato de Médicos Jóvenes, Emmanuel Loeb, en la emisora France Info.

El Consejo científico que asesora al Elíseo debe pronunciarse este martes sobre la prolongación del confinamiento más allá de los 15 días inicialmente previstos. Su ampliación es prácticamente un hecho. El tiempo normal no es para mañana, ha advertido Philippe.

Por otro lado, Francia está ya oficialmente en estado de emergencia sanitaria durante los próximos dos meses, al haberse publicado en el Boletín Oficial del Estado la ley que permite limitar los movimientos y otras medidas restrictivas de las libertades individuales para hacer frente a la pandemia.