Una treintena de profesionales de Castellón ha iniciado los trámites para la creación de la que será la primera asociación provincial de ganaderos de raza autóctona con el objetivo de constituir «una entidad independiente que pueda defender los intereses del colectivo», como precisa Daniel Ramos, uno de los integrantes de la junta provisional que han creado para impulsar la constitución del ente.

Hasta el momento han mantenido un par de contactos en los que han dejado patente su deseo de empezar a trabajar desde la unidad, en especial ante las administraciones, porque en la actualidad «no existe ningún medio de presión» y están «solos».

Su principal preocupación es la derivada de la grave crisis en la que los ha sumido la pandemia del covid-19. Las fiestas están suspendiéndose de forma sistemática, incluso las que estaban previsto celebrar en los meses de septiembre y octubre, su única fuente de sustento. Y están afrontando esta tesitura «sin trabajo y sin ayudas». De ahí que entre sus prioridades esté reivindicar ante la Diputación el establecimiento de una línea directa de ayudas.

PARTIDA ESPECÍFICA / Ramos recalca que sus colegas de Valencia «ya tienen adjudicadas la mismas», pero en esta provincia no hay nada claro. El colectivo de ganaderos no está de acuerdo en las propuestas iniciales que les habrían trasladado desde la corporación, que pasarían por eliminar las aportaciones que realizan a la escuela taurina o a la asociación de las peñas taurinas. «No se trata de quitar a otros, sino de crear una partida específica», indica.

Y es que, como vienen defendiendo los ganaderos de reses bravas desde el inicio de esta crisis, no buscan «un trato especial, si no el mismo que reciben otros sectores como el turismo», enfatiza Ramos. Y para dar fundamento a este argumento, remite a un informe realizado por la Universitat de València, que señala que las fiestas populares constituyen la segunda fuente de ingresos regionales detrás del turismo.

Con la esperanza casi perdida de poder organizar algún festejo en el 2020, fían su supervivencia al apoyo institucional, que reivindicarán desde la asociación.