Que la vuelta al cole no va a ser sencilla lo tiene bien claro el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que ayer reconoció la "dificultad" que tendrán autonomías, ayuntamientos y escuelas en adaptar los centros educativos a la situación que deja la pandemia de coronavirus. Con todo, Sánchez aseguró que el regreso a las aulas se hará en un entorno "seguro y saludable".

Tras su videoconferencia semanal con los presidentes autonómicos, a los que pidió trabajar y preparar esa vuelta a las clases "tan necesaria e imprescindible" a partir de septiembre y que sea "con todas las garantías" para los menores, el presidente del Gobierno explicó que los ministerios de Sanidad y de Educación han elaborado un documento marco con recomendaciones a las comunidades, que son las que tienen las competencias en esta materia.

Por ejemplo, desde la educación infantil y hasta cuarto de primaria, se establecerán grupos estables de alumnado de 15 alumnos, aunque podrían llegar hasta 20; para el resto de los cursos, los espacios se reorganizarán de forma que haya una distancia de un metro y medio entre los estudiantes. La mascarilla será obligatoria a partir de quinto de primaria, mientras que el alumnado de los cuatro cursos anteriores deberá llevarla cuando no esté con su "grupo estable de convivencia". En infantil no será obligatoria.

AL AIRE LIBRE

Junto a ello, se priorizará el uso de espacios al aire libre para actividades educativas y también de ocio y se ha creado un protocolo pautado para la gestión de los posibles casos que presenten síntomas compatibles que correrá a cargo de Salud Pública.

Cada centro educativo tendrá que abrir con un plan de inicio de curso y con uno de contingencia que detallará las actuaciones que deberán desarrollarse de cara a cualquier tipo de incidencia. Del fondo de 16.000 millones de euros que se hará llegar a las comunidades, habrá 9.000 millones que deberán ser destinados a sanidad, y 2.000 millones, a educación.