Pese a la que la UEFA, que hoy se ha reunido telemáticamente, claro, con representantes de sus 55 federaciones nacionales, ha pedido encarecidamente que se reanuden y, por supuesto, se concluyan, todas las Ligas europeas, lo cierto es que no cesan de llegar alarmadas, provocadas por los gobernantes de todos esos países, diciendo que esa misión va a ser muy difícil de cumplir, a sabiendas de que la suspensión de esos torneos van a provocar miles de millones de euros de pérdidas.

Pocas horas después de que el máximo organismo presidido por el abogado esloveno Aleksander Ceferin pidiesen a sus socios del fútbol europeo que empujasen lo máximo posible el regreso a la actividad, Vincenzo Spadafora, ministro de Deportes italiano, ha comunicado a los presidentes del calcio que no corran tanto porque no habrá fútbol en las próximas semanas. Y, hace unos minutos, Mark Rutte, primer ministro de los Países Bajos, ha sido también muy tajante: No habrá fútbol hasta, al menos, el 1 de septiembre.

¿Y JUGAR EN ALEMANIA?

El Gobierno holandés ha ampliado la prohibición de que se celebren eventos multitudinarios en el territorio del 1 de junio al 1 de septiembre, lo que deja en muy mala posición que se pueda terminar la temporada actual de fútbol en Holanda. Y si lo hace más allá de esa fecha compromete la campaña siguiente. "Es agrio, pero no podemos arriesgarnos. Tenemos que hacer ese sacrificio y espero que la gente lo haga", ha comentado Rutte sobre la prohibición.

Ahora los miembros de la Eredivisie, junto a la federación (KNVB), tendrán que tomar una decisión en las próximas horas aunque todo indica que la temporada se dará por terminada. En Bélgica, país vecino, el Brujas ya ha sido proclamado campeón. Ahora, en teoría, tal vez le tocque el turno al Ajax, pese a que está igualado a puntos con el AZ Alkmaar. Claro que, en el país naranja, hay quien piensa que si en Alemania juega ¿por qué no acabar la Liga holandesa en los estadios de otro vecino?