Cielos con predominio del sol y temperaturas que rozarán los 20 grados en varios puntos de Castellón. Esta es la previsión meteorológica de una Semana Santa de la que no se podrá beneficiar la hostelería, debido a las medidas para evitar nuevos contagios de coronavirus. Los empresarios asumen la situación mientras plantean muchas dudas sobre cómo será el día en el que puedan reabrir la persiana.

El presidente de la patronal Ashotur, Carlos Escorihuela reconoce que en el sector «no sabemos lo que va a pasar ni cómo planificar». Los responsables de estos negocios asumen que previsiblemente se aligeren las condiciones del confinamiento a partir del día 26, pero que el regreso escalonado mencionado desde hace días por el Gobierno hará que sean los últimos en volver. «Tenemos que esperar a lo que dicten las autoridades, aunque creo que solo recuperaremos la situación anterior cuando haya un tratamiento y una vacuna efectivos».

Desde la organización autonómica Hosbec, su secretaria general Nuria Montes valora que al sector «le espera un largo periodo de travesía, y no volverá a ser como antes hasta que no pase un año». Las posturas más optimistas aluden a un retorno gradual a partir de junio, pero no se espera que se registre la misma actividad de un verano cualquiera.

Para Carlos Escorihuela «será complicado, porque no se podrán dar concentraciones de gente que sean el origen de nuevos contagios». Mientras tanto, confía en «la unión de todo el sector» y la aplicación de nuevas medidas financieras. En el caso de Hosbec, ya elaboran un plan para aumentar la distancia de los clientes en las zonas comunes para evitar aglomeraciones.

EL DRAMA DE LOS EVENTUALES / La destrucción de empleo en la hostelería afecta a quienes viven de contratos de la temporada, y ahora se han quedado sin la posibilidad de trabajar. Es el caso de Davide Logrippo. «Tenía que haber empezado como bartender en un local de Peñíscola el 13 de marzo, justo el día en el que cerraron todo», explica.

Además, detalla que el pasado año «tuve un problema de salud y acordé acabar antes la campaña, por lo que extinguí el paro y no tengo ingresos». Afirma que vive gracias a los vales de comida que brinda el Ayuntamiento, y tiene miedo de lo que pueda pasar «porque no seremos los mismos trabajando este verano». Opina que hay medidas para aliviar los problemas de empresarios y asalariados estables, «pero en el caso de los eventuales nos hemos quedado sin trabajar y sin tener ayudas».