La apertura de los establecimientos hoteleros ya es posible a partir del próximo lunes, con el inicio de la fase 1 de la desescalada, si bien solo para alojar a clientes. Por esto serán pocos los que se acojan a esta posibilidad. Mientras, el sector turístico provincial ya tiene la mirada puesta en las próximas semanas, y trabaja para adaptar las instalaciones a las necesidades sanitarias.

El Instituto para la Calidad del Turismo en España (ICTE) ya ultima el protocolo de actuaciones, del que ya se saben las principales medidas para evitar aglomeraciones de clientes en las zonas comunes. Uno de los espacios clave serán los comedores, que deberán tener una reducción del aforo, lo que obligará a que los usuarios deban acudir a ellos por turnos. También se establecerán unas medidas detalladas de prevención, como el emplatado individual en el bufet, o el uso generalizado de los dispensadores de gel hidroalcohólico.

HOMOLOGACIÓN / El secretario autonómico de Turismo, Francesc Colomer, indicó que este documento «es la base para las instrucciones de homologación que prepara el ICTE para un total de 21 apartados vinculados al turismo como el de las playas, en el que trabajamos conjuntamente desde la Generalitat».

Tal y como ya se ve en recintos como supermercados, habrá líneas en el suelo para que haya un cumplimiento de las distancias de seguridad, y se primará el pago electrónico, con datáfonos que tendrán que desinfectarse después de cada transacción.

Las indicaciones del ICTE destacan que cada hotel deberá contar con un comité de gestión, formado tanto por los empresarios como trabajadores, para desarrollar las instrucciones concretas en función de sus características. Las terrazas deberán reducir su capacidad y ampliar el espacio entre las mesas, como está previsto en la hostelería, y también se limitarán posibles fuentes de contagio, como papeleras, alfombras o cortinas. En cuanto a las tarjetas de apertura de habitaciones y llaves que se dejen en recepción, tendrán que estar en un recipiente para su desinfección.

Los ascensores reducirán la capacidad máxima, y habrá que llevar mascarilla en el caso de que quienes hagan uso de ellos no sean de la misma familia.