Espacios adaptados a la normativa de distancia social, dispensadores de gel hidroalcohólico en las dependencias comunes, uso limitado del ascensor y mamparas de separación en las recepciones. Los hoteles de la provincia han tenido que reinventarse en este verano, en el que cualquier comparación con las temporadas anteriores resulta inquietante.

A diferencia de otros años, la primera quincena de agosto ha sido más floja de lo previsto, mientras que la segunda ha compensado en parte la merma, al encadenar dos semanas consecutivas unas ocupaciones del 64%, según el repaso semanal de Hosbec, única agrupación que se ha aventurado a dar datos en tiempo real en este año de la pandemia. Estas cifras serían extremadamente malas en cualquier temporada convencional, pero en este caso han dado una pequeña alegría.

El presidente de Ashotur, Carlos Escorihuela, menciona que el tramo final de este mes «ha funcionado mejor», y aunque una buena parte de estos negocios han preferido adelantar los cierres a los primeros días de septiembre, «hay otros que han optado por aguantar hasta finales de mes». Incluso mantenerse hasta el puente de octubre, aunque sean minoría. Desde Altur-Hosbec, Alexis de Pablo ya indicó al comienzo de esta campaña que la comparación con el verano del 2019 «era muy mala, pero hay que tener en cuenta que partimos de unos meses en los que el número de pernoctaciones y turistas fue de cero».

Un detalle apuntado por empresarios del sector, y que explica el comportamiento de los últimos días, es el temor a que se desboquen los datos de contagios de covid en las próximas semanas, que puedan obligar a limitaciones de la movilidad. «Hay quien ha hecho una escapada a la playa, por si más adelante ya no puede viajar», mencionaron en Benicàssim.

Los informes elaborados por Turisme Comunitat Valenciana indican que del total de plazas hoteleras de la provincia solo estuvo disponible este verano el 60%. Las próximas actualizaciones darán cuenta del ritmo de cierres de establecimientos, especialmente los de mayor tamaño, que necesitan de un volumen suficiente de alojados para poder funcionar con relativa normalidad.