La pandemia sigue cobrándose festejos populares a lo largo y ancho de la provincia. El último municipio en anunciar que este año no habrá celebraciones en verano fue l’Alcora, cuyo Ayuntamiento oficializó este lunes la suspensión de todos los actos de las fiestas del Cristo, que estaban programadas del 21 de agosto al 6 de septiembre en la villa ceramista.

El equipo de gobierno explicó a través de un comunicado que ha tomado esta decisión pensando en «el bien común», con la finalidad de velar por la seguridad ciudadana y evitar grandes concentraciones de público. «La salud y el bienestar general están por encima de cualquier otra consideración», reza el documento.

Pese al «firme» convencimiento de que se trata de la opción «más responsable», desde el Ayuntamiento insisten en que ha sido una decisión «difícil», por todo lo que significan estas celebraciones para la capital de l’Alcalatén, «a todos los niveles».

Sector taurino

El anuncio no ha estado exento de críticas, ya que componentes de algunas peñas taurinas locales piensan que ha sido una decisión precipitada, «sin conocer las medidas que el Gobierno instaurará cuando finalice el estado de alarma». Recuerdan que las fiestas son al final de agosto, por lo que creen que se hubiera podido plantear alguna «solución alternativa» en algunos aspectos de los actos, entre ellos los taurinos, sin contar el perjuicio económico, ya que muchos colectivos habían entregado una señal para la compra del toro.

Sin embargo, desde el sector son conscientes de que ante todo está la salud y respetan la decisión, como ha pasado en tantos otros municipios, que han suspendido sus fiestas principales.