Para estos días de confinamiento, como mínimo hasta el 11 de abril tras la última decisión del Gobierno de ampliar el estado de alarma, no estaría mal proponer un aplauso multitudinario para otro sector de trabajadores que se mantienen al pie del cañón para garantizar derechos fundamentales de los ciudadanos. Sanitarios, empleados de supermercados, transportistas, fuerzas de seguridad... han recibido durante esta crisis sanitaria internacional el agradecimiento generalizado por su labor. Desde Mediterráneo añadimos al gremio de los quiosqueros en la lista de héroes anónimos que ayudan a que la vida sea un poco más fácil en estos días, manteniendo al servicio de la gente un bien de primera necesidad como es la prensa.

LA NECESIDAD DEL 'PAPEL'

«Sobre todo es la gente mayor la que más necesita la prensa en papel, impresa, ya que están menos habituados al uso de la tecnología para informarse; muchos de ellos ni siquiera cuentan en sus casas con dispositivos para poder acceder a una información tan necesaria en estos momentos», dice Irene Álvarez, que cada día, ahora salvo domingos y festivos, abre la persiana de su negocio, Papelería-Kiosco Noa, para atender la demanda ya no solo de prensa, sino también de libros, revistas, pasatiempos o los tan necesarios materiales didácticos para que los niños y niñas puedan seguir algo así como una rutina de estudios cuando toda estar sin colegios y la totalidad de las 24 horas confinados en casa.

Seguir con la actividad normal cuando apenas hay gente en las calles es complicado. Irene se reparte las horas en el quiosco con su cuñada, Sandra Beltrán, pero aun así han tenido que reducir el horario de atención al público. «Ahora abrimos a las nueve de la mañana y cerramos a la una de la tarde. No vale la pena exponernos más horas», señala Irene, que también ha visto como el trabajo y las obligaciones en casa han crecido con los niños en casa. Sandra y ella también se van turnando para compaginar vida laboral y familiar. De momento. «Si esto se alarga demasiado no sé como vamos a aguantar», lamenta.

DE PRIMERA NECESIDAD

Como uno de los servicios de «primera necesidad» que se establecen en el Real Decreto 463/2020 de estado de alarma, la venta de la prensa escrita es una de las pocas actividades comerciales que permite la salida a la calle de los ciudadanos, siempre manteniendo las estrictas medidas de seguridad y la distancia de separación entre personas recomendada -de entre uno y dos metros— para evitar contagios que agraven la pandemia de covid-19 que nos azota. Mediterráneo seguirá, día a día, fiel a su cita con los lectores.